A los empleados públicos (más conocidos como funcionarios), además de que les quitan una paga, les hacen trabajar más y en peores condiciones. Es una vergüenza que les quiten la paga a todos los sectores de empleados públicos, pero es mucho más grave en educación y, sobre todo, en sanidad.

Cuando digo que estas medidas son mucho más graves en sanidad, no lo digo solo por que les han quitado la paga, sino porque este sector de servicio público es el más necesario y esos recortes perjudican directamente a toda la sociedad, sobre todo los llevados a cabo en sustituciones de personal y porque estas carencias repercuten en los profesionales sanitarios. La sociedad no puede tener ninguna duda de que si la sanidad pública está funcionando, el mérito es del esfuerzo y responsabilidad de los empleados públicos, teniendo que aguantar en muchas ocasiones las quejas de muchos ciudadanos, problemas y situaciones de las que no son responsables los sanitarios.

Pero esto parece que no termina aquí, ya que el presidente Rajoy planea más recortes en sanidad, cuando a la vez destina 1.782 millones para armamento. En mi opinión, la decisión por parte del Gobierno, de quitar una paga a los empleados públicos ha sido muy carroñera, ya que ha podido aprovecharse de la fama populista de que los funcionarios no trabajan, para que de esta manera la sociedad digiera más fácilmente esas medidas... Creo que esa mala fama de los funcionarios (alimentada incluso con chistes) viene de hace muchos años, cuando los primeros que se escapaban del trabajo eran los altos cargos y responsables de los empleados públicos. Ahora habrá como en todos los sitios, ni más ni menos.

Por otra parte, tanto los ciudadanos en general como los empleados públicos en particular que han votado a los responsables de estas políticas antisociales tan graves -que unos se quejan por el pago y copago de medicamentos y de la situación de cualquier servicio público y los otros porque les han quitado una paga- no tienen derecho a abrir la boca, de no ser que lo hagan en las sedes de los partidos políticos responsables o en las próximas urnas. Lo que también me parece fuera de lugar es que la presidenta del Gobierno de Nafarroa tome la decisión de adelantar a los trabajadores públicos la paga de julio de 2013 a enero. Si lo hace como estrategia por si se adelantan las elecciones (que no creo), para decir electoralmente «de momento los funcionarios ya han cobrado», me parece muy mal, y si lo hace para ponerse una medalla en estos momentos, me parece más grave.