Lo resumía perfectamente Nacho González en GARA. La Copa puede convertirse en «una gran oportunidad a nivel deportivo y económico para los clubes modestos», pero antes es una «auténtica ruina». Ese «antes» resume las tres eliminatorias que deben superar los equipos de Segunda B y Tercera si quieren enfrentarse a un Primera inmerso en competiciones europeas. Ilusión a la que aferrarse ante tan penoso camino.

Que todavía se encuentra en su segunda etapa y ya con solo dos representantes vascos, después de que Laudio, Amorebieta y Peña Sport cayeran en primera ronda. Alavés y Eibar sobreviven, dispuestos a hacer otra muesca en su trayectoria.

Más asequible, en teoría, en el caso de los gasteiztarras. Aunque solo sea porque esta vez tendrán el factor campo de su lado. No les hizo falta en la primera eliminatoria -ganaron en Catarroja por 0-2-, pero siempre es mejor jugar al calor de la afición. Esta noche recibe en Mendizorrotza (20.00) al Atlético Sanluqueño, que afronta la cita con una inercia bien diferente a la de su anfitrión. Y es que otro tanto a favor del cuadro albiazul es su buen arranque de temporada. Pleno de victorias y ni un solo gol encajado. Su rival, por el contrario, no ha sido capaz de celebrar todavía la victoria -en Liga, lógicamente- y ocupa la 15ª plaza en el Grupo IV de Segunda B.

El pero por parte del Alavés radica en que llega a la cita «justo de efectivos», como lamentaba su técnico, después de que Luismi no pudiera acabar la sesión de ayer -habrá otra esta misma mañana- y contando con las bajas seguras de Agustín, Salcedo y Ayala. Pero «mi labor es buscar soluciones», recuerda Nacho González, no tan preocupado por las ausencias como por la mentalización del equipo. «Tenemos que tener cuidado y abstraernos de lo que hemos hecho hasta ahora. El nivel de activación tiene que ser el adecuado y la ilusión y la responsabilidad máximas porque son partidos peligrosos», advirtió.

Más complicado debería tenerlo el Eibar, que vuelve a actuar como visitante -tras eliminar al Laudio (0-1)-, en este caso ante el Lleida (20.30). Un duro rival, que escolta al Alavés en la clasificación y que también mantiene su portería imbatida. Gaizka Garitano viaja sin los lesionados Arregi, Del Olmo y Capa, pero con Abaroa y Guille Roldán recuperados.