Los inversores hicieron un alto en el camino para tomar beneficios, aunque sin serio peligro para mantener el nivel de los 8.100 puntos. Los argumentos para las ventas no aparecían claros, puesto que la situación no variaba un ápice respecto de la semana anterior. En principio, el lastre de la jornada se cimentó en el mal dato de confianza empresarial en Alemania para el mes de setiembre. Por lo demás, nada que no se supiera: debate interno y externo sobre la idoneidad de solicitar ya el rescate, precaución ante el contenido de los presupuestos generales del Estado y las necesidades de capital del 90% de los bancos que se conocerán el viernes. Según los analistas, la cercanía a ambos acontecimientos está creando nerviosismo, dado que podría haber sorpresas en forma de más medidas de ajuste para reducir el déficit hasta el 6,3%. También se ha comenzado a especular con algún susto para alguna entidad mediana. Bajo este clima cauteloso, el Ibex se replegó un 1,12%, hasta los 8.138,40 puntos. También hubo descuentos en París (-0,95), Fráncfort (-0,52%) y Londres (-0,24%). En el Ibex, el sector financiero marcó el camino bajista. Bankinter cayó un 2,88%, y Sabadell, un 2,27%. Los retrocesos en Popular, Santander y BBVA superaron el 1%. Sin embargo, los peores del día al cierre fueron Abengoa (-4,41%) y Ferrovial (-3,15%). En el apartado de subidas, despuntó Mapfre (+2,37%). Dentro del CAC, los valores cíclicos lideraron las pérdidas. ST Microelectronics restó un 4,29%, Vallourec, un 3,91%, y Alcatel Lucent, un 2,79%. Las acciones de Cap Gemini (+0,88%) encabezaron las ganancias.