Mañana, huelga general. La gente de Euskal Herria está llamada a echarse a las calles, en una nueva demostración de resistencia contra el empobrecimiento general, la confiscación de salarios y jubilaciones, los impuestos y rescates financieros a favor de los ricos, contra la condena a una vida de angustia e inseguridad, de colapso de expectativas, de pérdida de dignidad y esperanza para amplios sectores de este país. La huelga general es un un instrumento que expresa la substancia misma del combate de clase, la capacidad del pueblo trabajador de condicionar la sociedad, una línea a seguir para sindicalistas y revolucionarios. Que contribuyó decisivamente a que generaciones anteriores conquistaran derechos de los que las clases populares se veían injustamente privadas, un éxito que parecía irreversible. El día a día de la realidad, sin embargo, demuestra todo lo contrario.

Los convocantes de la huelga han subrayado por activa y por pasiva que con las recetas neoliberales es imposible salir de la crisis, que solo equivalen a un estado de impunidad para que el saqueo de los bienes y prestaciones públicas, el trasvase de las rentas del trabajo a las del capital sigan imparables, cada día con mayor volumen, siempre con nuevos recortes en la recámara. Para que ello sea posible, necesitan un estado de conmoción y parálisis social, una sociedad dócil y atemorizada que acepte con resignación todo lo que está cayendo como mal necesario para evitar mayores desastres. Desacreditarán a la huelga como un instrumento ineficaz, cuando no inútil, a los sindicatos como una casta que es parte del problema, disponen de enormes resortes para ello: una clase política profesional en nómina y unos medios de comunicación en propiedad.

Lo importante es que la huelga general sea ofensiva, que busque más avanzar en un proyecto alternativo como clase, como país y como civilización que limitarse a impedir un retroceso, denunciar este o aquel recorte. Mañana es un día para tomar la calle, ocupar la esfera pública y recorrer con confianza ese camino.