El posicionamiento de los dos concejales de Aralar en Iruñea, Aritz Romeo y Ana Barrena, en contra de las obras que están destrozando las huertas de Arantzadi va a tener consecuencias graves. La portavoz del grupo de NaBai, Uxue Barkos, les comunicó ayer que se les va a retirar una de sus liberaciones (uno de sus sueldos de concejal) y que tendrán que cambiar el despacho que estaban utilizando en el ayuntamiento por otro.

Según ha podido saber GARA, Barkos comunicó verbalmente esta decisión a los concejales de Aralar. La diputada les explicó que el grupo mayoritario de NaBai en el Ayuntamiento había tomado esta decisión «de forma unánime». Los concejales cercanos a Geroa Bai tienen potestad para eliminar uno de los sueldos que perciben Romeo y Barrena debido a que ese dinero sale de la asignación que el Ayuntamiento entrega para el grupo municipal, en el que los afines a Geroa Bai son mayoría (5 sobre 7).

El sector de Barkos también transmitió a lo ediles de Aralar que tendrán que abandonar el despacho que ahora utilizan. En consecuencia, Romeo y Barrena deberán trabajar en otra oficina del Ayuntamiento de Iruñea (que también fue asignada para el uso de NaBai). Cabe pensar que, con esta decisión, el trabajo unitario de NaBai como formación política queda roto a nivel municipal.

NaBai obtuvo 7 concejales en la capital navarra. En un principio, tres de ellos eran de Aralar, pero Itziar Gómez rompió con su partido tras la creación de Amaiur. Pese a dejar de ser militante de Aralar, Gómez se negó a entregar su escaño y, a tenor de lo que ayer transmitió Barkos, ahora es favorable al castigo de sus excompañeros.

El grupo municipal de Geroa Bai había mantenido hasta ahora discrepancias puntuales y sin las estridencias que han provocado las posturas contradictorias de NaBai en el Parlamento. La división apenas se visualizó hasta el inicio de las obras en Arantzadi, cuando Romeo y Barrena se pronunciaron claramente en contra del proyecto, postura que comparten Bildu e I-E. Además de posicionarse en contra en el pleno municipal, Romeo y Barrena han acudido a protestas convocadas por Arantzadi Bizirik, han bajado a las huertas en varias ocasiones y han criticado la actuación policial y las decenas de detenciones contra activistas.

El momento decisivo parece ser la negativa de los ediles de Aralar a apoyar una enmienda sobre Arantzadi que presentaron sus compañeros de NaBai. «No nos sentíamos identificados con el posicionamiento político absolutamente favorable a tal proyecto que ha tratado de imponerse a través de esa iniciativa», explicaron después para justificar su voto en contra. En esa misma nota, Romeo y Barrena felicitaron a todos los colectivos que están luchando por salvar las huertas del meandro.