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60 DONOSTIA ZINEMALDIA

Trueba contempla la vida a través de un artista; Cantet continúa con adolescentes

Dos habituales de Zinemaldia presentaron ayer sus películas en la Sección Oficial . Fernando Trueba firma «El artista y la modelo», una historia rodada en francés, en blanco y negro y sin música. Laurent Cantet continúa indagando en la mente adolescente con «Foxfire», una banda de chicas en los Estados Unidos de los años cincuenta.

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Ane ARRUTI | DONOSTIA

Jean Rochefort, Aída Folch y Claudia Cardinale protagonizan «El artista y la modelo», del director español Fernando Trueba. En blanco y negro -la segunda junto con «Blancanieves» en la Sección Oficial-, en francés y que coquetea con el cine contemplativo, Trueba sitúa esta historia en el Pirineo francés de los años cuarenta. Mercé -Aída Folch- es una catalana que ha huido de la guerra y que recala en la casa de un reconocido artista -Jean Rochefort-. A cambio de comida y alojamiento, la joven trabaja para él como modelo, lo que le devuelve la vida al escultor.

«Vive en una gran depresión. Ha visto la primera Guerra Mundial y no pensaba que la humanidad pudiera repetir algo así. Cuando piensa que la vida se le acaba y ha perdido cualquier confianza en la especie y en la profesión, vive una plenitud inesperada. Vuelve a sentir, vuelve a tocar la vida, vuelve a la plenitud», señaló Trueba en rueda de prensa, en la que también participaron los actores Aída Folch, Chus Lampreave, Jean Rochefort y Claudia Cardinale.

Sobre la decisión de rodarla de esta manera, el director ganador de un Óscar por «Belle epoque» aclaró que la película «era en blanco y negro antes de empezar a escribir la primera línea del guión». No así la música, que desde el principio «sentía que no la necesitaba, pero no lo decidí hasta el montaje. Para terminar he incluido `La novena' de Mahler, la única que tenía claro», reconoció.

Trueba admitió que la mayoría de las películas que escribe las hace en primera persona «aunque no seas tú el personaje. Hay que escribirlas desde dentro, pero no quiere decir que sean autobiográficas».

Respecto al oficio de artista, subrayó que «solo es artista el que es artesano. El artista tiene que ser por necesidad humilde. Vivimos en una época en que en las escuelas de Bellas Artes se les enseña a ser Duchamp pero no a pintar. El alma de un pintor está en sus manos, en el hecho de crear, no en sus ideas o en su ideología».

Trueba concluyó que «El artista y la modelo» es una invitación a que «el espectador se detenga y mire».

Continuando con «La clase»

Laurent Cantet, quien en 1999 ganó el premio al Mejor Director Novel en Zinemaldia por «Ressources humaines» y quien recibió en 2008 numerosos halagos, premios -Palma de Oro en Cannes- y nominaciones -entre ellos a los Óscar- por «Entre les murs» (La clase), continúa con su nueva película explorando en las mentes adolescentes.

«Foxfire: Confessions of a girl gang» se inspira en la novela homónima de Joyce Carol Oates, «un libro que me llegó de casualidad y que no pude dejar de leer», dijo Cantet. Cuenta la historia de un grupo de chicas que viven en una pequeña ciudad del estado de Nueva York de los años 50, y que crean una banda secreta, con sus propias leyes. «Siendo adolescente, el cómo se ve el mundo, qué armas necesitas para hacerle frente... Es un momento muy importante en la vida y creo que una segunda película era necesaria», señaló el director. «Me interesaba rodar ese compromiso que tienen antes de tener las claves para entenerlo. Es un libro de esperanza, de mecanismos de lucha...». Las protagonistas de la película «soportan una violencia que cada vez se endurece más, y ellas mismas se van haciendo cada vez más duras, incluso rozan el terrorismo. Pero es el fallo de la experiencia lo que les lleva a ello».

Cantet sitúa la película -de casi dos horas y media de duración- en los años 50, «es el sueño americano al revés -dijo-, es un periodo muy anticomunista y el ideal de estas chicas tiene mucho que ver con ello. Me interesaba esa doctrina prohibida en aquella época». Sin embargo, Cantet confesó que «no es la película más optimista que he realizado», ya que, los problemas no han cambiado demasiado desde aquella época: «Creo que hay una mayor agresión a la gente de las clases más bajas, también a las mujeres... Los problemas están mucho más presentes ahora que antes». Según Cantet, la razón de que se realicen muchas «películas políticas, es que «el cine siempre mira a los problemas y vemos el regreso de la política al cine. Eso es síntoma de que la sociedad siente la necesidad de pensar y reflexionar sobre ello».

El director estuvo acompañado de dos de sus actrices, Katie Coseni y Madeleine Bisson, quienes confirmaron que la improvisación ha tenido mucho peso en el rodaje. «Doy auténtica libertad a los actores, no tengo la impresión de haber rodado muy diferente que con `La clase'. Ha sido parecido a lo que experimenté antes», dijo el director. «Ha sido un proceso larguísimo -añadió Bisson-, nos fuimos conociendo muchos meses antes de empezar a rodar y había mucha conexión entre nosotras. La improvisación hizo que pareciéramos una banda de verdad».

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