60 DONOSTIA ZINEMALDIA
A la caza de nuevos talentos
Con los autores de mayor peso disputados por los festivales del mundo, es crucial adelantarse al resto y poner en el mapa a los directores de momento desconocidos por el gran público, pero con muchos números para crear tendencia en el futuro.Esta singular historia sobre un padre y su hijo que viven en un bosque mágico no es que esté entre lo más destacable de la temporada, es que directamente es la mejor película de animación en lo que va de año.
Víctor Esquirol | Crítico de cine
Pero ¿qué tienen en común Pedro Almodóvar, Juan José Campanella, Nicolas Winding Refn, Bong Joon-ho y Danny Boyle? Primero: todos ellos han presentado alguno de sus trabajos en Donostia. Segundo: al principio de sus carreras, como suele suceder (y como suele decirse), no les conocía ni su madre. Cualquier festival que se precie debe contar cada año con un cartel que atraiga la atención de la comunidad cinéfila, lo cual se consigue atrayendo a autores de altísimo prestigio cuyos trabajos sean imprescindibles para seguir de cerca y comprender las tendencias cinematográficas del momento. Hacerse con dichos artistas es complicado por el exceso de demanda causado por el atropello entre los diversos certámenes, no obstante -y sin quitarle mérito a nadie-, la lista de los cineastas más deseados podría hacerla cualquiera con acceso a internet. El verdadero reto está en agudizar los sentidos y detectar los talentos emergentes antes que nadie. Aquellos que en un futuro se los rifarán en todos sitios; aquellos que, de momento, «no los conoce ni su madre».
Nuevos directores es la Sección del Zinemaldia encargada de dicha labor, y la lista citada al principio (a la que se añaden muchos más grandes nombres) es solamente una prueba de lo crucial que puede llegar a ser esta selección «en la sombra». Nuestra primera toma de contacto con ella da pie a la esperanza. Para empezar, nos topamos con «Silent City». El segundo largometraje de la directora, escritora y actriz Threes Anna no empieza precisamente bien. Los primeros compases de su historia, en la que una joven europea llega a Tokio para triunfar en lo que más le apasiona, promete ser un alegato meramente estético, al más puro estilo de la peor versión de Isabel Coixet. Afortunadamente el relato va derivando lentamente en un inquietante retrato sicológico en el que se tratan de forma amena temas tan complejos como las barreras culturales o la soledad y la alienación, y en el que pueden verse leves destellos del mejor cine del mismísimo Sion Sono.
Donde sí que ya no hay lugar para el debate es con «Le jour des corneilles», primer trabajo en solitario del dibujante Jean Christophe Dessaint, el mismo que en cierto modo estuviera presente el año pasado en este mismo escenario, en calidad de ayudante de dirección de la aplaudida «El gato del rabino». Ahora en solitario, Dessaint nos presenta un filme de animación de los que tanto cuesta oír hablar hoy en día. Sin ordenador ni efectos digitales, la vieja escuela renace, y la maestría de gigantes de la talla de Sylvain Chomet y Hayao Miyazaki se funde en un mundo fantástico precioso, oscuro, enigmático, tierno y complejo. Esta singular historia sobre un padre y su hijo que viven en un bosque mágico y lleno de secretos no es que esté entre lo más destacable de la temporada, es que directamente es la mejor película de animación en lo que va de año. Bravo por Nuevos Directores, que no ha descubierto a una promesa, sino al que desde ya es uno de los creadores a seguir en el panorama internacional.