Y Dios creó a la mujer
«El artista y la modelo»
Mikel INSAUSTI
El naturalismo francés marca el tiempo y estilo cinematográficos del último trabajo de Fernando Trueba, y de ahí que haya sido rodado en blanco y negro como aquellos clásicos de los años 30 y 40. Al renunciar al color, teniendo como tiene un tema artístico entre manos, se concentra en la forma y el volúmen escultóricos, inspirados en la obra de Aristide Maillol y sus últimos días en un pueblecito del Rousillon.
Trueba no se detiene en el estudio del proceso creativo como lo hizo Víctor Erice en «El sol del membrillo», ni tampoco profundiza en la relación entre el artista y su modelo, a pesar del título, de la misma manera que Jacques Rivette en «La bella mentirosa». Habla de la creación en un sentido más panteista, por lo que su escultor persigue la armonía con la naturaleza, rindiendo culto al cuerpo de la mujer como fuente primigenia de la vida, junto con el aceite de oliva, en ese orden.
Pero la belleza femenina no es eterna, lo que implica a su vez la búsqueda de la juventud, motivo por el que Aida Folch releva a la antigua modelo encarnada por Claudia Cardinale. Si consigue atrapar el aliento vital y estético de la joven dará lugar a su definitiva obra póstuma, y ya se podrá ir de este mundo en paz, justo con el final de la guerra.
El guión de Jean-Claude Carrière es hermoso y poético, pero la realización de Trueba carece de la tensión dramática necesaria para romper la barrera existente entre la chica y el viejo modelador a quien Jean Rochefort presta sus muy bien llevados 82 años. Apenas se escapa una picassiana insinuación sobre una mal disimulada erección en medio de una de las tranquilas y relajadas sesiones de posado.
La contención y el academicismo de la película se debe a que, a fin de cuentas, el protagonista se guía por el tradicional ideal de belleza de la cultura helénica. A ese nivel se entiende con el oficial nazi, perteneciente a otra raza de perfeccionistas a ultranza. Vamos, que si la prófuga del campo de concentración hubiera sido menos agraciada no la recoge ni para trabajos domésticos, que de eso ya se encarga Chus Lampreave.
Dirección: Fernando Trueba.
Guión: Jean-Claude Carrière y Fernando Trueba.
Producción: Cristina Huete.
Intérpretes: Jean Rochefort, Aida Folch, Claudia Cardinale, Chus Lampreave, Christian Sinniger, Götz Otto, Martin Gamet, Mateo Deluz.
Fotografía: Daniel Vilar.
Montaje: Marta Velasco.
Diseño Producción: Pilar Revuelta.
Vestuario: Lala Huete.
País: Estado español, 2012.
Duración: 104 minutos.