pleno de política general en las JJGG DE GIPUZKOA
Garitano insiste en un cambio de modelo para lograr mayor bienestar
El debate entre los «planes anticrisis» y los «cambios de modelo» tuvo ayer continuidad durante el primer pleno de política general de esta legislatura en las Juntas de Gipuzkoa. El diputado general, Martín Garitano, subrayó que su Gobierno no quiere repetir los errores del pasado que a su juicio nos han traído a la situación actual y defendió la necesidad de «organizar mejor tanto los recursos disponibles como el reparto del trabajo y de la riqueza».
O. LARRETXEA-I. INTZIARTE | DONOSTIA
La crisis económica y los modos de hacerle frente marcaron en buena medida el primer pleno de política general de Gipuzkoa durante esta legislatura. A la hora de emitir su diagnóstico, el diputado general, Martín Garitano, subrayó que la grave situación global se debe a un sistema capitalista, cuyos defensores han basado «la economía y la política en el negocio de quienes más tenían. Para ello no habéis dudado en hipotecar las haciendas públicas, en endeudar la administración para que no tuviera margen de maniobra, capacidad de obrar en la economía real», denunció.
En este sentido, remarcó que Gipuzkoa no ha sido «una isla» y que en este herrialde «ha dominado el cemento» con la construcción de «carreteras rápidas, trenes de alta velocidad y puertos modernos y destructivos que no nos llevan a ninguna parte. Solo han supuesto trabajo para las constructoras, beneficios para los bancos y deudas para las administraciones».
Garitano recordó que de los 1.500 millones que Gipuzkoa tiene de deuda la mayoría se debe a la construcción de carreteras. «En los diez últimos años se hicieron más que en los cuartenta años anteriores».
En este punto, el diputado general se refirió a la polémica surgida la pasada semana sobre la necesidad o no de presentar un plan anticrisis. «Lo que dije, y hoy lo vuelvo a repetir, es que los planes que habéis puesto en marcha y que constantemente reclamáis a este gobierno tenían y tiene como objetivo maquillar políticas erróneas», explicó.
A su juicio, lo realmente necesario es «un profundo cambio de modelo socio-económico», y el primer paso para ello pasa por «organizar mejor los recursos disponibles, y un mejor reparto del trabajo y de la riqueza». Un nuevo modelo que traerá «mayor cohesión social y mayor bienestar», si bien «carecemos de las herramientas necesarias» debido a «la falta de soberanía», añadió.
Citó como ejemplo la subida del IVA decretada por el Gobierno de Madrid, al tiempo que destacó las iniciativas fiscales impulsadas por su Gobierno, con el nuevo Impuesto para las Grandes Fortunas como más reciente exponente.
En política social, destacó que este año se han creado 280 nuevas plazas en residencias y centros de día para personas mayores y se ha reducido en un 22% las listas de espera.
En materia de transporte, reseñó que se ha pasado de «hablar sobre cuántos kilómetros de carretera se van a construir» a hablar sobre «movilidad con mayúsculas» trabajando por «reforzar el transporte público y la bicicleta». Entre los objetivos para los próximos meses está la implantación del billete único, que se espera sea realidad para marzo de 2013.
Financiación de carreteras
En cuanto a las carreteras y su financiación, recordó los 900 millones de deuda de Bidegi y reiteró su rechazo al peaje de Etxegarate «porque a consecuencia de una decisión arbitraria castiga a unos colectivos y habitantes determinados».
Martín Garitano apostó por «un sistema de financiación de carreteras más justo», y aseguró que su ejecutivo trabajará para alcanzar un acuerdo que lo permita. En este sentido, mostró su satisfacción por la futura entrada en vigor del tope de gasto de 25 euros mensuales a los usuarios de las carreteras.
Entre los próximos retos para Gipuzkoa citó seguir trabajando a favor de la normalización del euskara, la lucha contra la pobreza, profundizar en la reforma fiscal con cambios en el Impuesto de Sociedades, impulsar la economía desde las comarcas o abordar la regeneración de Pasaia «dejando de lado el puerto exterior».
Propuesta jeltzale
Desde las filas de la oposición, Markel Olano (PNV) insistió en la necesidad de un plan anticrisis «para fomentar la economía y proteger así tanto a las empresas como a los trabajadores. Sin embargo, tienen demasiados prejuicios sobre las empresas y los empresarios, por lo que están muy lejos de ellos».
Ante la postura del Gobierno, el líder jeltzale anunció que su partido planteará «la elaboración de una norma foral para el fomento de la economía, para que la Diputación la tramite desde hoy y hasta el mes de marzo», y añadió que en caso de no hacerlo así será el PNV el que la presente.
Olano señaló que «para Bildu lo más importante es fortalecer el sector público, cuando son las empresas las que crean el 85% del empleo, ya que son el motor de nuestro territorio» y criticó que la coalición se coloque «en cabeza de la manifestación de la huelga general».
También arremetió contra la estrategia de Bildu en lo referente a la incineradora -que calificó de «fraude a las Juntas»- y acusó al Ejecutivo de ocultar hasta después de las elecciones su intención de «imponer un nuevo impuesto para circular por las carreteras».
PSE y PP, moción de censura
Tanto PSE como sobre todo PP pusieron sobre los hombros jeltzales buena parte de la responsabilidad de la situación, e insistieron en la moción de censura contra Garitano. Aunque no todo fueron críticas por parte de Rafaela Romero (PSE), ya que mostró su acuerdo con algunas iniciativas de Bildu en materia de política social y fiscalidad.
Sobre las carreteras, rebautizó al Departamento de Infraestructuras Viarias como «Departamento de Peajes y Viñetas» y acusó a la coalición de haber pasado «del gratis total al pagar, pagar y pagar».
En materia económica, Romero reclamó la puesta en marcha de una batería de medidas para evitar el cierre de microempresas, facilitar el acceso al crédito de las pymes, ayudas a los autónomos o un programa en colaboración con los ayuntamientos, entre otros.
Por su parte, Juan Carlos Cano (PP) consideró que «resulta francamente difícil hacer un balance» de la gestión de Martín Garitano, ya que afirma que «no ha existido».
La soberanía como salida a la crisis fue uno de los temas que también se coló ayer en el debate de las JJGG de Gipuzkoa, después de que el diputado general, Martin Garitano, enunciara en su discurso inicial que el Estado español «ha fracasado» y que «no tiene futuro tal y como lo hemos conocido hasta ahora». Es más, apostilló que «es su propio sistema el que está en crisis», una situación que Madrid «no será capaz de superar», en palabras de Garitano.
«Ese estado que nos fue impuesto ha fracasado. Y no solo en Euskal Herria. ¡Miren a Catalunya! -exclamó-. Y les voy a decir más. Ese Reino de España no va a superar esa crisis con el parcheo de las concesiones, con mas café aguachirriado para todos o con coqueteos a cuenta de la gestión de los impuestos indirectos... Esas son las viejas fórmulas».
Auguró que «antes que tarde se crearán nuevos escenarios y que, al igual que en otros lugares del mundo, ganará la libertad, y nuestro pueblo tendrá su lugar en el concierto de las naciones». Por todo ello, el diputado general defendió la «vía de la independencia» para articular un nuevo modelo socioeconómico en Euskal Herria que, a su juicio, «no necesita ser rescatada» porque tiene «capacidad suficiente para tener la situación bajo control».
El portavoz del PP, Juan Carlos Cano, fue el que entró al trapo con más ímpetu, al acusar a la Diputación de Gipuzkoa de que «el único objetivo es garantizar desde su estrategia definida el mayor número de votos en las elecciones autonómicas para materializar en el Parlamento Vasco con la acumulación de fuerzas nacionalistas, su sueño independentistas. Y en esta partida -añadió-, Gipuzkoa y los guipuzcoanos solo son herramientas pasivas».
En la réplica, Garitano negó que su «único sueño» sea lograr la independencia, y recordó que tiene más cometidos que hacer desde la Plaza Gipuzkoa. No obstante, dijo que no le da «la más mínima vergüenza admitir que soy independentista».
Desde el PNV, su portavoz, Markel Olano, no mencionó palabra alguna al respecto, aunque acusó «a la izquierda abertzale» de que «únicamente le importa lograr sus objetivos políticos, mientras que la ciudadanía queda en segundo plano. Por tanto -prosiguió-, el fraude y la imposición son sus ejes».
Rafaela Romero, desde el PSE, se mostró en cambio dispuesta a dialogar, aunque dijo que aquel no era el momento adecuado. «Me parece interesante el debate sobre el federalismo y demás, pero creo que aquí estamos ahora a otras cosas». O.L.