La primera huelga general de esta crisis económica la convocó la mayoría sindical vasca en mayo de 2009, casi dos años después de su inicio en Estados Unidos. El objetivo que perseguía fue presionar a los gobiernos para que dieran un giro de 180 grados en sus políticas porque, en caso contrario, llegarían los recortes. Así ha ocurrido, y todavía se esperan más. En estos tres años y medio, sin embargo, prácticamente se ha triplicado el paro en Hego Euskal Herria y la evolución de los beneficios empresariales se mantienen en niveles significativamente elevados, según los datos de la compañía Bolsas y Mercados Españoles (BME).

Entre 2009 y el primer trimestre de este año, las empresas que cotizan en todo el mercado de la Bolsa española han logrado 125.004,96 euros de beneficio neto. Si tenemos en cuenta el resultado bruto de la explotación de las mismas entre 2009 y 2011, alcanzó los 344.432,2 millones. Las compañías que cotizan en ese mercado bursátil, por otro lado, han repartido en dividendos desde 2009 hasta julio de 2012, un total de 113.439,43 millones.

En épocas de recortes sociales, de despidos y expedientes de regulación y de crecimiento de la pobreza entre la población, las compañías que cotizan en Bolsa están manteniendo un nivel importante de beneficios económicos pese a la crisis económica.

Retribución al alza

Además, con datos del 2011 y de los consejos de administración de las empresas del Ibex, las más importantes de la Bolsa española, la retribución de los consejeros ejecutivos creció un 9% y se situó en 2,4 millones de media. Estos datos provienen del Informe Anual del Gobierno Corporativo de las compañías del Ibex 35, que hace unas semanas hizo público la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Pese a la crisis, los sueldos de los máximos responsables de las compañías han seguido creciendo.

El último informe presentado por el Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa afirma que el 86% de las compañías del Ibex 35 tiene presencia en los paraísos fiscales. El autor del trabajo, Carlos Cordero, remarcó, por otro lado, que «sin armonización fiscal a nivel europeo, es difícil que cambie la tendencia» y auguró un aumento de traslados a esas zonas ocultas a las haciendas.

Pero, como explica Bolsas y Mercados Españoles, «las compañías del Ibex35 están presentes en casi 10.000 fondos mundiales» por un valor de 120.382 millones. Los inversores institucionales estadounidenses son los principales propietarios de las acciones por un valor de 37.704 millones de dólares a través de 1.095 fondos. Son datos de 2011 que, en estos momentos, han variado, aunque no se ha hecho público el dato oficial.

Así, le sigue la inversión francesa por valor de 16.481 millones, a través de 798 fondos, y en tercer lugar se encuentra Luxemburgo, con 14.823 millones, con 1.675 fondos. Noruega, por ejemplo, tiene solo 38 fondos, pero el valor de las acciones llega a los 9.514 millones, por encima de los fondos españoles (3.010) que controlan 8.712 millones de dólares en acciones.

Como se aprecia en esta evolución de los resultados empresariales, se está produciendo una contracción de los mismos, pero se mantienen en cantidades elevadas, mientras que el paro continúa creciendo y las prestaciones sociales se están reduciendo por la vía presupuestaria y por la de los decretos que se imponen por parte de los gobiernos.

Porque esa otra característica que se ha producido en estos años de crisis. El Gobierno español que preside Mariano Rajoy gobierna a golpe de decreto-ley de obligado cumplimiento para las comunidades autonómicas, lo que supone saltarse las competencias.

En casi diez meses al frente del Gobierno español ha puesto en circulación 30 decretos, y lleva camino de superar la labor que realizó José Luis Rodríguez Zapatero en esa línea desde el 12 de mayo de 2010, que sumó 56 «decretazos» y, entre ellos, la reforma laboral del 2010, después superada por la que aprobó este año Mariano Rajoy, que llevó a la huelga general al conjunto del Estado español el pasado 29 de marzo.

Cambio constitucional

Lo que no perdonan los sindicatos de Hego Euskal Herria es el cambio constitucional en plena crisis, que obliga a que se pague en principio a los acreedores de la deuda, con lo cual los presupuestos se hacen en base a la misma, con lo que los recortes se aplican a la sociedad en general.

Ese hecho, con el que PSOE y PP estuvieron de acuerdo, y otros partidos autonomistas llegaron a abstenerse porque no hacían falta sus votos, es el que está provocando la mayoría de los recortes, porque, al contrario de lo que piden los colectivos sociales y los sindicales, «no se cuestiona si la deuda contraída es ilegítima y no se debe pagar, sino que primero se paga la deuda y con la merma de ingresos se hace frente al presupuesto, que sufre recortes importantes».