El partido del presidente bielorruso Alexandr Lukashenko, se ha proclamado vencedor de las elecciones a a Cámara de Representantes del Parlamento, pese a las denuncias de fraude, por parte de la oposición y de la misión de observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).

La oposición no logró ni un solo escaño en las elecciones. La participación fue del 74,2%, según las autoridades electorales del país.

El Comité dio por válidos los comicios y anunció que han sido elegidos 109 de los 110 diputados de la cámara baja del legislativo, con la excepción de un distrito (Gomel) donde las elecciones se celebrarán de nuevo.

Por su parte, la OSCE aseguró que las elecciones no fueron «ni libres ni democráticas». «Los líderes políticos que podían haber jugado un papel importante en estas elecciones o estaban en la cárcel o se les privó del derecho a postular sus candidaturas», señaló el informe de la organización europea.

Además, arremetió contra la Comisión Electoral Central (CEC) por su «falta de neutralidad e imparcialidad, lo que mina la confianza» de los bielorrusos en el proceso electoral.

La oposición también denunció el fraude y manifestó que «Occidente debe cambiar de estrategia. La OSCE no puede venir cada vez que hay elecciones y decir lo que ya sabemos, que Bielorrusia no es una democracia. Ya está demostrado que esto no da ningún resultado», aseguró desde Minsk Anatoli Lebedkó, veterano dirigente opositor.

También el Gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, opinó sobre los resultados electorales calificando de «tragedia» para Bielorrusia la ausencia de oposición en el nuevo Parlamento.

Además de la denuncia de fraude, el portavoz gubernamental germano exigió la puesta en libertad de todos los presos políticos del país y el fin de la represión.