José Luis Vélez, del sindicato ELA y presidente del comité de Formica de Galdakao, participó este martes en una reunión del grupo multinacional neozelandés Fletcher Building, dueño del grupo, en Londres.

Salió decepcionado, porque los máximos responsables del grupo insistieron en la reunión con el comité intercentros en la necesidad de cerrar «cueste lo que cueste» la planta vizcaina. No está claro tampoco el futuro de la planta de Valencia, porque, según explicó Vélez, en el proyecto de esta multinacional, la producción y el futuro del grupo pasa por Gran Bretaña, «lo demás parece que no se quiere tener en cuenta» porque «comentaron que los planes de mercado se centran casi de forma exclusiva en India, China, Estados Unidos e Inglaterra».

Según explicó, los más de doscientos trabajadores de la empresa «creemos que esta planta tiene futuro, porque somos competitivos y nuestra producción es de gran calidad». El representante de los trabajadores destacó que la multinacional le ha remitido al Gobierno de Gasteiz la documentación «que ha querido, porque dice que se acoge a la legislación laboral, que ha cambiado con la reforma laboral. Por lo que entiende que no debe dar más explicaciones».

Sin embargo, el comité de empresa quiere contrastar con la dirección de Formica los datos que han presentado. Creen que no muestran los argumentos necesarios para justificar su cierre, porque «no hay razones económicas para la desaparición de la planta después de 66 años de actividad», aseguran.