60 DONOSTIA ZINEMALDIA
«Días de pesca» La mínima expresión
Mikel INSAUSTI I
El minimalismo es la marca de autor del argentino Carlos Sorin, que cada vez hace películas más y más pequeñas. Llegará un día en que no le quepan los títulos de crédito dentro de uno de sus breves relatos. Pienso que la excepción es “La ventana”, una lectura de Chejov que le permitió dominar la narrativa contemplativa y el sentido imperceptible del transcurso del tiempo que se escapa. En cambio, el paisaje que se ve en “Días de pesca” desde la ventanilla del coche tiene movimiento, por lo que pertenece a su conocido ciclo de películas de carretera patagónicas.
La historia que cuenta Sorin en su nuevo trabajo podía formar parte perfectamente de las incluidas en «Historias mínimas», a no ser porque el mimo puesto en el detalle es cada vez mayor. El detallismo adquiere significación propia, tanta que un simple gesto puede cambiar toda la dinámica argumental. La vida del protagonista se encuentra en un momento en que se ha detenido, por cuanto no espera que le suceda ya nada importante. De tal actitud proviene el impacto provocado por cualquier circunstancia inesperada, por nimia que parezca. Es posiblemente una cuestión de proporciones, de saber apreciar las cosas sencillas que pueden pasar desapercibidas, menos para quien las vive como un acontecimiento especial, como una revelación. El magnífico actor Alejandro Awada domina el registro intimista de la forma más austera posible, materializando la obsesión de Sorin por la mínima expresión, de gran utilidad en estos tiempos de crisis.