Se retira uno de los nombres propios del balonmano femenino vasco. Andrea Barnó hizo público ayer que ya no volverá a competir a nivel oficial tras 19 temporadas vistiendo la misma camiseta, la del conjunto lizartarra del Itxako. Un «cúmulo de circunstancias», unas deportivas y otras justo lo contrario, han influido en la decisión que ha tomado a sus 32 años.

Entre las primeras, el «gran desgaste» que sufrió la pasada temporada, culminada con la consecución de una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Londres. En lo que respecta a las segundas, el conflicto abierto con la junta directiva presidida por Miguel Bujanda a cuenta de los impagos a la plantilla y cuerpo técnico que, como capitana, le ha tocado vivir muy de cerca, el cual «me ha superado en algunos momentos», reconoció la ya excentral.

Barnó explicó que, aunque era una posibilidad que ya llevaba mucho tiempo meditando, no había decidido publicitarla hasta ahora porque se trata de «una decisión muy importante en mi vida» y porque tenía la esperanza de que «se resolviesen antes no solo los problemas de impagos, sino también los de gestión del club», amén de que era necesario desvincularse del contrato que le unía con Itxako.

Una herida que sigue abierta, no en vano al ser preguntada sobre la posibilidad de un homenaje por parte de la entidad lizartarra, admitió que se lo habían ofrecido, pero que ahora «no es el momento», a la par que aseguró que le da «mucha pena» la situación de Itxako, «aunque las jugadoras ya la vimos venir desde hacía tiempo, quisimos anticiparnos a ella e intentar ponerle solución».

Barnó, que afirmó que «si las cosas hubiesen sido diferentes, quizás habría seguido», confesó que había tenido ofertas, «aunque no llegaron en buenos momentos para analizarlas», y que ahora se plantea otro tipo de vida, «aunque seguro que voy a estar ligada al balonmano de base de mi localidad».

Interpelada por el balance de su carrera deportiva, la lizartarra comentó que «no me puedo quedar con un único momento, aunque para mí, la consecución de la Copa EHF fue un gran recuerdo por ser el primer título».