REAL Ha encajado 24 goles en los 22 partidos de Liga disputados en ausencia de Bravo
Una nueva oportunidad para Eñaut
Zubikarai ha respondido bien en las opciones que se le han presentado, especialmente en los dos últimos meses del año del ascenso.
Joseba ITURRIA I
Eñaut Zubikarai defenderá mañana la portería de la Real en el derbi contra el Athletic con la intención de aprovechar la oportunidad que se le presenta para demostrar su capacidad para jugar en Primera División.
No es fácil el día a día cuando se es suplente de un muy buen portero como Claudio Bravo, que en las últimas temporadas siempre ha tenido la confianza de sus entrenadores. Pero para estar tan definido el rol de titular y suplente, las distintas circunstancias en forma de partidos internacionales, sanciones y lesiones de Bravo han permitido a Zubikarai disponer de 30 partidos oficiales en sus tres primeras temporadas en la Real.
En la cuarta tendrá al menos un par de meses para responder tan bien como lo ha hecho hasta ahora en la competición liguera, en la que solo ha encajado 24 goles en 22 partidos -nueve de ellos los acabó imbatido-. Además, cuatro los recibió en Elche en el encuentro de la resaca del ascenso, en el que Lasarte alineó a los menos habituales. Si no se contara este partido, su balance en Liga es de 6 victorias, 9 empates, 6 derrotas y 20 goles recibidos en 21 partidos.
Peor ha sido su rendimiento en Copa, con 15 goles recibidos en 8 partidos, 6 de ellos en su peor noche en la debacle de Mallorca. Salvo en este encuentro, Zubikarai ha estado por encima de lo que se puede esperar de un portero suplente. No transmite la tranquilidad y la seguridad de Bravo, que tiene un juego aéreo y con el pie mucho mejor, pero es más regular en sus actuaciones y bajo palos es mejor que el chileno porque tiene unos reflejos que le permiten realizar en casi todos sus partidos alguna parada de gran nivel.
El año del ascenso
La oportunidad que se le presenta ahora a Zubikarai guarda sus similitudes con la que se encontró al término de la temporada del ascenso, la 2009-10. Entonces Claudio Bravo se lesionó cuando faltaban siete partidos para el final. Cundió el nerviosismo e incluso la dirección deportiva de la Real buscó el fichaje de Queco Piña, que no se materializó porque la reglamentación impedía su contratación.
Zubikarai respondió bien y en los seis partidos en los que se aseguró el ascenso encajó tres goles. La temporada pasada solo jugó un partido de Liga en su debut en Primera ante el Betis (1-1) en un partido en el que el de Ondarroa realizó dos grandes intervenciones ante Rubén Castro y Santa Cruz. Fue el encuentro en el que en Anoeta se escuchó con más fuerza el grito de «Montanier Dimisión».
No era un partido fácil para él por ese ambiente y porque era el primero tras su desafortunada noche de Mallorca y demostró la fortaleza mental que le ha llevado a ser portero de élite tras superar muchos obstáculos, principalmente sus lesiones de hombro que amenazaron con cortar su progresión.
El año del ascenso
Mañana jugará su segundo partido en Primera ante el equipo de su herrialde, el Athletic, y ante esa cita Zubikarai subrayaba ayer que «es una buena oportunidad para mí, pero es una pena por llegar por la lesión de Claudio, al que he llamado y me ha dicho que todo ha salido bien».
Añadía que «ganas de jugar tengo siempre, pero la dinámica del portero es que uno juega, que es Claudio, y es difícil tener estas oportunidades, aunque siempre piensas que vas a tenerla. Puede pasar cualquier cosa y tienes que estar preparado porque ayer pensaba que no iba a jugar y hoy sé que lo voy a hacer».
Transmitía seguridad ante su oportunidad porque «me conozco, estoy con confianza y con muchas ganas de jugar. Creo en mí y creo en el equipo, porque al final el proyecto es de todos. No he jugado muchos partidos, pero cuando he jugado siempre me he sentido respaldado por la afición, por el técnico y por los jugadores. Llevamos mucho tiempo aquí y eso es de agradecer».
Los dos meses de baja de Bravo no se los plantea como una oportunidad a medio plazo: «Solo pienso en hacer bien el primer partido. Cuando juegas muchos seguidos, puedes coger una dinámica de mejorar, pero cada partido tiene sus cosas, es diferente, y tienes que mirar uno a uno. No estoy para relajarme. No tengo estas oportunidades todos los días».
El pleno del Ayuntamiento de Donostia aprobó ayer la modificación del Plan General de Ordenación Urbana en los términos acordados entre Bildu y el Consejo de la Real. La única variación es que los metros terciarios que se van a habilitar para hacer viable la remodelación de Anoeta, que tiene un presupuesto de 62,5 millones, pasen a ser 15.800 y no los 12.000 recogidos en la propuesta del equipo de Gobierno municipal.
Sí se ha dado el visto bueno a la reducción de diez a siete alturas de las cuatro torres, a la remodelación del miniestadio, a que el campo sin pistas acoja partidos de rugby y a que la propiedad sea municipal, tal como acordó el equipo de Gobierno. Joseba ITURRIA