«Emana una humanidad y honestidad brutal», señaló el director catalán Juan Antonio Bayona antes de entregarle a Ewan McGregor el Premio Donostia, y ejemplo de ello fue la humildad con la que recogió -con un «eskerrik asko»- el galardón que reconoce sus veinte años de trayectoria cinematográfica. McGregor eludió ser el protagonista absoluto; presentó primero la película «The impossible» y destacó después «el esfuerzo en equipo» que ha supuesto cada una de sus películas, «lo que hace sentirme satisfecho».

Orgulloso de volver a Zinemaldia -«cuando vine con `Moulin Rouge' me hicisteis sentir como la estrella de rock que siempre quise ser», dijo-, McGregor terminó su intervención con un recuerdo a su mujer. «La conocí entre mi primera película y la segunda. Si este es el premio para toda mi carrera, ella estuvo en cada una de las películas y es la responsable de que yo esté hoy aquí».

McGregor irradió esa humildad y proximidad desde que pisó la capital guipuzcoana ayer por la tarde. El tsunami de Premios Donostia comenzó por la mañana con Tommy Lee Jones, que apenas ofreció un breve saludo antes de meterse en el hotel María Cristina. Poco antes de las 15.00 llegó McGregor que, a pesar de las eternas horas de avión, estuvo cerca de un cuarto de hora firmando autógrafos y dejándose fotografiar con los fans. El tercero en hacer su entrada en el hotel fue Dustin Hoffman, otro Premio Donostia, cuya primera película como director, «Quartet», clausurará mañana Zinemaldia.

En rueda de prensa, McGregor reconoció que tenía muy buen recuerdo de sus visitas a Donostia y sus ganas de volver se demuestran con el viaje de tres días que ha tenido que realizar, escapando del rodaje en el que trabaja; un viaje que ha ido relatando a través de Twitter con fotografías: «viajaba solo y empecé con ello para pasar el tiempo», explicó.

Mostró sorpresa al saber que es el Premio Donostia más joven de la historia del festival, «he trabajado mucho, dicho sea de paso», bromeó. Y es que el Mark Renton de «Trainspotting», el Obi-Wan Kenobi de «Star wars» o el Edward Bloom de «Big fish» lleva veinte años de carrera cinematográfica y más de cuarenta películas en su haber. «Solo he hecho un par de películas de Hollywood, la mayoría de trabajos han sido en cine independiente», destacó y añadió que «me gustaría interpretar a George Leigh Mallory -alpinista británico que murió en 1924 en una expedición al Everest y que sigue sin comprobase si fue el primero en hacer cumbre-: el tenía tres hijos, yo tengo cuatro; él murió con 38 años, yo tengo 42... no me queda mucho tiempo», adivirtió.

«Más que imposible, increíble»

Ewan McGregor presentó en Sección Oficial fuera de concurso «The impossible», la segunda película del catalán Juan Antonio Bayona («El orfanato»), visiblemente emocionado en la gala de la noche. La película cuenta la experiencia real de la familia Álvarez-Belón, que en 2004 se vio sorprendida por el tsunami en Tailandia. La ola gigante dividió en dos la familia, con tres hijos que entonces tenían diez, ocho y cinco años, y empieza ahí la lucha por la supervivencia y la búsqueda del resto de la familia, sin saber si habrán sobrevivido.

«He querido mostrar la experiencia emocional de estas personas, porque no tuvieron tiempo de pensar. Volvieron a casa sin ninguna explicación teórica de lo que pasó. Fue una experiencia sensorial y emocional», dijo Bayona.

A la rueda de prensa asistió María Belón, la madre de la familia que sufrió el tsunami y a quien interpreta Naomi Watts. Belón aseguró que «no me cuesta nada ver la película, porque está en el límite de donde empieza a contar la verdad de lo que pudimos sentir allí». Tanto es así que incluso aseguró que estuvo mucho más grave en la realidad que en la película.

Además de la pareja protagonista, destaca la interpretación del joven Tom Holland como el hijo mayor -hasta el punto de convertirse en el protagonista-, que se pierde junto con su madre herida gravemente y «lleva sobre sus jóvenes hombros el peso de un trabajo profesional brillante», subrayó Bayona. El catalán confesó que, cuando le llegó la historia, no tenía «ni idea» de cómo rodarla. «Fue una cosa un poco inconsciente. Estábamos convencidos de que haríamos este proyecto, aunque no sabíamos cómo».

El presupuesto total ha sido de 30 millones de euros, «es muchísimo para una película española, pero muy poco para un filme de este tipo», apuntó y admitió que el reparto internacional, con McGregor y Wattson, facilitó reunir el presupuesto.