Josu Arenaza Lekerikabeaskoa murió el sábado en Bilbo, a los 82 años. Médico de oficio, era una de las conocidas figuras del nacionalismo vasco. En la clandestinidad del franquismo, fue uno de los militantes del PNV más representativos, pero mostró su desacuerdo con la línea autonomista de la dirección y fue expulsado del partido a comienzos de los años 80. Más tarde se acercó a Herri Batasuna. «Fue quien nos propuso un plan para reorganizar y dinamizar el sindicato Soli (ELA-STV)», contaba Jon Idigoras en su libro «El hijo de Juanita Gerrikabeitia». Martín Garitano indicaba en Twitter que había fallecido «un gran abertzale, una gran persona», y que «nuestro pueblo le debe mucho». El funeral será hoy, a las 19.00 en la Basílica de Begoña.