Un atentado kamikaze con coche bomba que causó al menos cuatro muertos fue el primer ataque en los 18 meses de conflicto que afectó a una ciudad de mayoría kurda, Qamichli. Grupos opositores elevaron el número de muertos hasta ocho y aseguraron que el objetivo eran fuerzas de seguridad.

El Ejército se retiró hace meses del sureste de Kurdistán y los insurgentes armados del ELS no están presentes en esta región, en la que se mueven otros grupos rebeldes autónomos.

Según la oposición, el edificio objeto del atentado es la sede principal de la Seguridad para el conjunto del territorio kurdo.

Zoco incendiado

Por otra parte, en Alepo ha quedado destruido una parte del zoco, considerado como patrimonio de la humanidad por la Unesco, a causa del incendio que se propagó por los combates con armamento pesado que comenzaron cuando los insurgentes intentaron entrar en esta zona bajo control del Ejército.

Las tiendas de puertas de madera, llenas de tejidos y bordados rellenos, se consumieron rápidamente. Cinco de los veinte mercados que forman el gran zoco, como el zoco de las mujeres o el del oro fueron completamente destruidos.

Ayer se había despejado ya el humo negro y espeso pero el Ejército impidió acudir a los comerciantes al lugar para evaluar los daños y aún se podían escuchar disparos. Los combates y bombardeos seguían afectando a varios barrios de la ciudad.

Por otro lado, en Damasco, aparecieron los cuerpos de ocho hombres que murieron durante una operación militar. Fueron encontrados cerca del hospital de Techrine, en el barrio de Barze.

Medios oficiales informaron de que al menos 15 personas murieron han fallecido en varios ataques de «grupos terroristas armados» en varias localidades del centro de Siria.