La organización de Giro presentó ayer su recorrido de 2013, en el que destaca un final en el Galibier y en el que la mayor dureza está concentrada en las últimas etapas, con tres finales en alto y una cronoescalada de 19 kilómetros que sustituye a la crono llana que ha cerrado las últimas cinco ediciones.

El trazado de la primera grande del próximo año tendrá dos partes bien diferencias para mantener la emoción hasta las últimas etapas. Comenzará el 4 de mayo en Nápoles con una etapa en línea, para seguir con una crono por equipos y una primera semana en la que el Giro es fiel a su tradición de alternar oportunidades para los sprintres y finales espectaculares con puertos cerca de meta como los que se suben en la cuarta etapa a seis kilómetros de la llegada o en la séptima a siete o en la novena a diez.

Dentro de esta primera semana los especialistas en la contrarreloj individual tendrán 55 kilómetros entre Gabicce a Mare y Saltara para marcar las primeras diferencias importantes con respecto a los escaladores.

Siete finales en alto

La segunda semana presenta cuatro finales en alto en seis etapas, el último en el Galibier previo paso por el Telegraphe en una etapa corta de 150 kilómetros organizada para homenajear a Marco Pantani al cumplirse quince años desde que el italiano se convirtiera en el último ciclista en ganar en la misma temporada Giro y Tour.

Pantani, fallecido en 2004, ganó el Tour de 1998 con un ataque lejano en el Galibier que le permitió llegar en solitario a la meta de Les Deux Alpes y arrebatar el maillot amarillo al ganador de la anterior edición, Jan Ullrich. Como recuerdo de esa etapa, el Giro ha decidido subir por vez primera el mítico puerto e instalar en su cima una llegada arriesgada, porque un 19 de mayo a 2.645 metros de altitud el riesgo de que la nieve impida la ascensión es importante.

Antes se acabará en alto el martes en Altopiano del Montasio, el miércoles en Vajont y el sábado en Jafferau, aunque son etapas que no presentan una gran dureza previa y además son cortas para lo que acostumbra el Giro. Los organizadores han buscado que la emoción se mantenga hasta las últimas cuatro etapas.

El jueves se disputa la cronoescalada de Mori a Polsa de 19 kilómetros y entre viernes y sábado llegan dos etapas de gran dureza. En la primera de solo 138 kilómetros se sube de salida el Gavia en el kilómetro 23, se enlaza con el Stelvio en el 70 y se acaba en Val Martello.

Pero la etapa reina será la del sábado, con las ascensiones al Passo di Costalunga, San Pellegrino, Giau, Tre Croci y final en las Tres Cimas de Lavaredo tras 202 kilómetros de recorrido durísimos. Si queda algún sprinter en carrera, tendrá la oportundiad que no se le ha presentado en anteriores ediciones de buscar la victoria en Brescia tras una última etapa ¡de 200 kilómetros! Y es que el Giro resultará duro de principio a fin, con ocho etapas de 200 kilómetros, largos traslados y dos semanas de alta montaña.

La duda estriba en saber si la carrera se decidirá en los seis finales en alto en línea o en las dos cronos, que pueden llevar a Bradley Wiggins a renunciar al Tour y buscar su primera victoria en un Giro de Italia.