La reivindicación por que se respeten los derechos fundamentales de los presos políticos vascos hallará en los próximos meses sendos escenarios a ambos lados del Bidasoa; la primera en Baiona, y la segunda en Bilbo. Dos manifestaciones convocadas por Herrira y que pretenden dar un toque de atención a los gobiernos español y francés sobre la política penitenciaria de excepción que siguen aplicando, a pesar de la actual situación que vive Euskal Herria

La primera movilización se celebrará el sábado 10 de noviembre en la capital labortana, y arrancará a las 15.30 desde Euskaldunen Plaza. Entonces se realizará un llamamiento al nuevo gobierno de François Hollande para que «se aleje del inmovilismo y las políticas extremas que sigue manteniendo el gobierno de Rajoy y se comprometa de forma clara en favor de los derechos humanos, de las soluciones y la paz», tal y como dijo ayer el miembro de Herrira, Jon Garay, quien consideró que es hora de que el presidente francés «empiece a hacer frente a esta problemática desde una nueva óptica».

Amaia Esnal, que compareció junto con Garay, recordó que «el Gobierno francés mantiene la política de dispersión, aplica medidas de crueldad máxima como el aislamiento, así como la cadena perpetua».

En la actualidad, en las cárceles francesas hay 135 presas y presos vascos dispersados en 35 cárceles, a una media de más de mil kilómetros de su casa. Con el objetivo de aglutinar al mayor número de personas posibles, ya se están organizando autobuses con destino a Baiona.

Nueva campaña en marcha

A principios de este año, Bilbo fue el escenario de la manifestación más multitudinaria jamás registrada en Euskal Herria, con más de 100.000 personas solicitando la repatriación de los presos políticos y el respeto de todos sus derechos. Precisamente, la capital vizcaina ha sido el lugar elegido por Herrira para la segunda convocatoria.

El próximo 12 de enero, con La Casilla como punto de partida -a las 17.30-, se interpelará al Gobierno del PP liderado por Mariano Rajoy. En este punto, recordaron que la política carcelaria sigue «cerrada herméticamente», a pesar de que instancias europeas como el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo dejara en evidencia la ilegalidad de la doctrina 197/2006 y solicitara la puesta en libertad de la presa tafallarra de Inés del Río. Madrid sigue haciendo oídos sordos.

Tanto Esnal como Garay consideraron que «siendo éste el contexto en el que vivimos (...), cada vez es más patente que ha llegado el momento de la ciudadanía». Por ello, situaron el reto en las manos de la sociedad y realizaron un llamamiento «para participar activamente en la campaña que nos llevará el próximo 12 de enero a una gran movilización popular».

Además de adhesiones, buscan aportaciones tanto individuales como colectivas que den un empuje a esta nueva situación mediante una campaña que pondrán en marcha y que desgranarán próximamente.