En los días previos al derbi de Anoeta frente al Athletic, David Zurutuza negaba haberse dejado bigote con la intención de recuperar el espíritu de los años 80. Lo que sí está claro es que, después de haber superado la anemia que le ha impedido comenzar la temporada al cien por cien, el centrocampista de Rochefort está de vuelta.

Parece que el retorno le ha sentado de maravilla. Fue uno de los más destacados del encuentro frente a los rojiblancos, y eso que «no he tenido la pretemporada deseada», indicaba el jugador tras la sesión de ayer en las instalaciones de Zubieta.

La anemia que le impedía entrenar con normalidad durante los calurosos días estivales parece haber desaparecido por completo. De ahí que el futbolista admitiese sentirse «cada vez mejor. Poco a poco voy cogiéndole el ritmo a la competición».

El blanquiazul se estrenó en la cuarta jornada, frente al Zaragoza en Anoeta. Lo hizo como titular y con victoria (2-0). De hecho, se da la casualidad de que, merced a los tres triunfos en casa, la Real ha firmado su mejor arranque liguero en Primera División desde el año 2003.

La victoria del sábado pasado fue la guinda al buen trabajo realizado en el estadio donostiarra. Zurutuza no quiso dejar pasar la ocasión para advertir que «hemos visto que somos capaces de ganar a cualquiera. El Athletic es un gran equipo y para nosotros era importante ganar desplegando un buen juego y con buenas ocasiones».

Todo ello hace que el equipo esté «con más confianza». Aunque Zurutuza también quiso dejar claro que «hablar ahora tampoco creo que sirva de nada; hay que hablar en el campo».

Ante el Betis, «con intensidad»

Para ello, ve imprescindible «seguir manteniendo esa línea, con confianza, sacando el balón desde atrás». Tampoco quiso hablar sobre temas de banquillo -«no soy el entrenador, no voy a decir cómo tenemos que jugar», indicó-, pero hizo hincapié en que ante el Betis «la intensidad tenemos que ponerla sí o sí».

Del mismo modo que su compañero De la Bella el día anterior, Zurutuza también se mostró a favor de seguir la dinámica positiva del equipo. «El año pasado, con siete u ocho puntos nos estancamos un poco y luego cuesta. No ganas y hacer la apuesta por jugar un buen fútbol es difícil. Cuando las cosas van bien, es más fácil empezar tocando desde atrás y hacer lo que solemos hacer. Cuando van mal las cosas te tiemblan más las piernas, te ves peor, el ambiente no es el mismo y todo influye», explicó el realista.

Rubén Pardo es otro de los jugadores que se ha visto obligado a pasar por la enfermería y que ya está disponible. El riojano admitió sentirse «un poco jodido» durante las dos semanas que ha estado de baja por unas molestias que comenzaron en Mallorca. Reconoce que «cada vez estoy mejor», pero «va a estar complicado» entrar en la convocatoria para visitar el campo del Betis, donde «sabemos que vamos a hacer un buen papel».