Tras la reunión mantenida el pasado martes en la Conferencia de Presidentes, el portavoz parlamentario de Bildu en Nafarroa, Maiorga Ramírez, censuró la actuación de la presidenta, Yolanda Barcina, cuyo equipo de Gobierno valoró como «muy positivo» el resultado de la reunión, en la que las autonomías se comprometían a cumplir con el objetivo del déficit.

Acusó a Barcina de actuar como «presidenta de UPN y no como presidenta de todo el pueblo de Navarra que está mayoritariamente en desacuerdo con los recortes diseñados por el PP y por Rajoy». Ramírez recordó que el Parlamento navarro aprobó una iniciativa, impulsada por Bildu, en la que se le instaba a mantener una postura contraria.

Txelui Moreno (izquierda abertzale), por su parte, denunció que «Barcina y su gobierno en minoría se muestra sumisa ante Madrid y da la espalda a la sociedad navarra». En su opinión, la presidenta está mostrando su «lealtad» para aplicar las medidas propuestas por Madrid «aunque invadan competencias del autogobierno navarro».

Recalcó que mientras el Ejecutivo de UPN se compromete con Madrid para cumplir con el déficit, los datos del paro siguen creciendo y la falta de prestaciones empobrecen a la clase trabajadora.

Mas critica el acuerdo

En Catalunya, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, calificó de «injusto y desleal» el reparto en la reducción del déficit público entre la administración central y las autonomías, al entender que éstas asumen más sacrificios, lo que, en su opinión, «puede desestabilizar la cohesión social».

Recordó que las comunidades soportan un 36% o 37% del total del gasto público porque tienen las competencias en educación, sanidad y servicios sociales, los cuales -señaló- se ven forzosamente afectados porque los gobiernos autonómicos se ven obligados a aplicar el «ajuste» en ellos.