El Gobierno navarro planteó ayer un nuevo mapa local que reduce en un 91% las mancomunidades, de 67 a 6, aunque en principio mantiene los municipios y concejos, que también estaban amenazados de supresión, todo ello con el argumento del déficit.

El proyecto reduce de 11 a 4 las agrupaciones tradicionales, quedando la Comunidad de Bardenas Reales y las Juntas de los valles de Aézcoa, Roncal y Salazar. En cuanto a las mancomunidades, plantea que solo haya 6 correspondientes a Ribera, Zona Media, Tierra Estella, Comarca de Pamplona, Sangüesa-Pirineo y Bidasoa-Sakana, según las denominaciones utilizadas por UPN.

Aunque el número de municipios y concejos se mantiene (272 y 348), hay salvedades, como que se fomentará la fusión voluntaria y serán extinguidos si no hay candidatos electorales.

Todo ello ocurrió el día que Javier Enériz, Defensor del Pueblo de Nafarroa, se reivindicó en el Parlamento frente a la amenaza del Gobierno de suprimir también esta institución. Enériz considera que supondría un recorte de derechos para la ciudadanía y destacó que no se justifica por motivos de ahorro económico dado que supone únicamente el 0,02% de las cuentas navarras.