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Raimundo Fitero

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Cosas de la vida, me toca asistir al programa número seiscientos de «El mañanero», que se emite en Foro TV de Televisa, a partir de las seis y media de la mañana, se retransmite para todo México por diferentes canales y por una radio de la propia cadena. Este programa se dedica a desbrozar la actualidad política mexicana, la latinoamericana, la internacional con dos comentaristas y un presentador, Brozo, que es lo más característico del programa ya que se trata de alguien que va vestido de payaso. Pero de payaso cutre de fiesta de cumpleaños, con una peluca horrible de color verde, una nariz roja y una boca remarcada en granate y los labios en blanco, una calota de plástico para simular la calva y un vozarrón que se convierte en aflautada cuando le conviene.

O sea, es un actor que conduce el programa, que opina cuando le viene en gana, que subraya los comentarios de sus dos compañeros analistas, vestidos a la manera ordinaria, y que juega con las palabras, con las caras, con las posturitas y la gestualidad lo que le da una capacidad de incisión bastante mayor que si se tratara de otro conductor o tertuliano al uso. Esa distancia, esa convención con los telespectadores de que el personaje televisivo que más discursos arma o desarma, que subraya o comenta una noticia o una ley, es decir un tipo influyente es un alegre payaso, es digna de estudio. Una contradicción formal que se resuelve con una capacidad, imposible de narrar sin ver su programa, de penetración, de convencimiento, de seguridad narrativa que se transforma en una empatía descomunal. Un fenómeno que logra audiencias diarias muy grandes.

Comienza todas sus emisiones con una oración en que, mencionando a diversos santos de todos los santorales, les convoca para protegerles, como por ejemplo a san Timoteo al que le ruega «no caiga en un tiroteo», pero que también pide a otros para no ser secuestrado, ni que le desaparezca su camioneta, ni le llegue una bala. Una declaración de principios para empezar, una manera de construir un espacio de reflexión previa. En el día del aniversario la noticia de apertura era que había aparecido muerto violentamente el hijo de uno de los mandamases del PRI.