PRIMER DEBATE ELECTORAL EN EEUU
Romney vence a un apático Obama y anima la carrera a la Casa Blanca
Por detrás en los estados clave en las presidenciales del 6 de noviembre, el republicano Mitt Romney fue el claro vencedor en el primer cara a cara frente a un Barack Obama tenso que replicaba a su rival con largas y tortuosas respuestas. El aspirante ha logrado no quedar totalmente descolgado en la carrera a la Casa Blanca pero está por ver su influencia en las encuestas y el desenlace de los tres debates aún pendientes.
GARA | DENVER
El aspirante republicano Mitt Romney, muy combativo durante su primer debate cara a cara ante un Barack Obama abotargado y a la defensiva, logró mantener expectativas para dar un vuelco a las elecciones presidenciales estadounidenses, aunque tendrá que apuntalar sus opciones en las cinco semanas que quedan de campaña y en los otros dos debates televisados para lograr un triunfo el 6 de noviembre.
Todos los medios de comunicación estadounidenses coincidieron en que el ex gobernador de Massachusetts, quien en las primarias republicanas ha tenido ocasión de pulir su dialéctica con una docena de debates con sus ya ex rivales, se impuso en un intercambio de réplicas y contrarréplicas marcado principalmente por la economía, su punto fuerte. En esta línea, Romney se atuvo a su mensaje central de campaña: «Si el presidente es reelegido, la clase media continuará siendo castigada, con salarios a la baja y los precios al alza».
Incluso los comentaristas de medios afines a los demócratas, como la cadena de televisión MSNBC, reconocieron la derrota de Obama y señalaron que esperaban una mejor actuación del inquilino de la Casa Blanca en el debate que se celebró en la Universidad de Denver (Colorado). Y eso que el propio Obama, uno de los más brillantes oradores de la historia del país, ha reconocido públicamente que los cara a cara no son precisamente su fuerte.
Incontestable
Un sondeo de la CNN publicado una hora después del final del acto electoral daba a Romney como vencedor con el 67% de los encuestados, frente a un exiguo 25% para Obama. La encuesta de la CBS coincidía en la apreciación. Nunca en la historia electoral estadounidense un candidato había superado el 60% en un debate electoral.
«No hay la menor duda (...) Romney ha ganado», sentenció G. Terry Madonna, del Franklin and Marshall College, quien ha seguido los debates presidenciales desde 1960. «Se ha mostrado más dinámico pero sin caer en la provocación o la ofensa», señaló este experto.
Por contra, Obama, quien se encerró en un hotel durante dos días para preparar el debate, «ha dado una imagen de gruñón y de irritación, no ha tenido agudeza suficiente para dar a Romney donde más le podía doler», remarcó Clyde Wilcox, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Georgetown.
«Olvidos» de Obama
Sorprendió, en este sentido, que Obama no mencionara una sola vez el famoso vídeo filtrado en el que el candidato conservador se mofaba de la mentalidad de «víctimas irrecuperables» del 47% de los electores que votaron a Obama en 2008, cuando los demócratas han explotado profusamente este «error».
El presidente tampoco habló del pasado de Romney al frente de la empresa Bain Capital, encargada de comprar a precio de saldo empresas en dificultades y luego liquidarlas, algo por lo que ha sido cuestionado durante buena parte de la campaña, ni del rescate del sector del automóvil que aprobó en 2009 y al que el exgobernador de Massachusetts, oriundo además del estado automovilístico de Michigan (su ciudad más grande es Detroit) se opuso.
Más allá de estos «olvidos», lo cierto es que el presidente estuvo cabizbajo en algunos momentos del debate, nervioso al principio y le costó transmitir las propuestas para un segundo mandato que ha venido repitiendo desde hace meses en mítines y actos de campaña.
No es decisivo
Romney, que tenía mucho que perder con su desventaja en varios estados bisagra, tampoco ha ganado por K.O, destaca el profesor de Ciencias Políticas Kareem Crayton, de la Universidad de Carolina del Norte.
Wilcox coincide en que el resultado por sí solo no permitirá al republicano retomar la iniciativa. «Romney tiene ante sí una gran pendiente por subir. En dos o tres días, se verá lo que pasa en Virginia o Florida», señala en relación a dos estados clave. Y es que «lo tiene difícil. En Ohio está nueve puntos por detrás, al igual que en Wisconsin, Si perdiera los dos, debería ganar en todos los demás estados clave», concluye. Thomas Mann, experto del Instituto Brookings de Washington, pone el acento en que serán importantes las interpretaciones de los próximos días. «Los verificadores de las afirmaciones recogidas en el debate van a bailar sobre Romney, quien ha mentido sin sonrojarse en varias ocasiones», augura, para añadir que «los periodistas y la izquierda querían sangre, pero Obama no ha hecho sangrar a Romney».
Mann predice «un alza ligera, pero temporal» en los sondeos a favor de Romney, pero previene que Obama, en el estado actual, «sigue siendo el vencedor» previsible el 6 de noviembre.
Coincide en ello con David Plouffe, el consejero del presidente. «Nosotros nos fijamos en los sondeos a nivel nacional», señaló, para insistir en que lo decisivo son la docena de estados indecisos o bisagra.
El propio equipo de campaña de Romney reconocía que el debate no habría sido suficiente para cambiar las tornas. «Los debates son una conversación en cuatro partes. Esta era la primera parte», señala Kevin Madden, en referencia a los cara a cara del 16 y 22 de octubre y entre el vicepresidente Joe Biden y Paul Ryan en siete días.
Tras tres cuartos de hora de debate, los diez primeros hashtags estaban vinculados al evento. El debate ha sido el acontecimiento más twiteado de la historia política estadounidense, para escarnio de las televisiones y sus reputados analistas.
Tal y como ocurriera en las elecciones francesas, la deriva del Estado español fue utilizada como argumento electoral en el debate. Romney aseguró que «no quiero seguir el camino de España». El Ejecutivo del PP, cercano ideológicamente al republicano, calificó de «desafortunadas» estas declaraciones. GARA