Los últimos datos que manejan los expertos confirman que la pobreza en Hego Euskal Herria avanza «a mayor ritmo» que lo hace el desempleo. Se calcula que la tasa de riesgo de pobreza y exclusión social en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa habría rebasado el 17% de la población y en Nafarroa sobrepasaría ya el 11%, según el indicador de referencia europeo que utiliza la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN, en sus siglas en inglés). Así, 636.178 personas en Hego Euskal Herria tienen dificultades reales de supervivencia y las perspectivas son pesimistas para los próximos meses. Según el estudio de EAPN, el aumento de la tasa de pobreza y exclusión social (AROPE, en sus siglas en inglés) desde 2008 a 2011 en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa supuso un incremento del 41% y el salto en Nafarroa ha sido mayor, un 71%.

Este indicador combina factores de renta, privación material severa y baja intensidad del trabajo, de manera que una persona en riesgo de pobreza y exclusión social «es aquella cuyo nivel de renta se encuentra por debajo del umbral de la pobreza y/o sufre privación material severa y o reside en hogares con baja intensidad de empleo».

Umbral de la pobreza

El umbral de la pobreza, según la UE, se sitúa en el 60% de la renta mediana equivalente de cada país. En Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa la misma se encuentra en torno a los 16.000 euros, por lo que la barrera del umbral de la pobreza se encontraría con esa medición en unos ingresos en torno a los 9.600 euros al año. El movimiento ciudadano en favor de los derechos sociales Elkartzen, sin embargo, mide ese registro en base al PIB per cápita y considera, igual que hacen otros analistas y economistas internacionales, que el umbral de la pobreza no podría disminuir del 37,5% de ese PIB. De esta manera, en Hego Euskal Herria representarían 11.560 euros anuales en estos momentos. En este caso, 900.000 personas vivirían por debajo de ese umbral en Euskal Herria, a pesar de ser una de las regiones más ricas de la Unión Europea, dado que se encuentra en el grupo de cabeza y más avanzado.

En su informe «Nuevas propuestas para nuevos tiempos», la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social admite que «la intensidad, profundidad y extensión de la crisis actual sobrepasa enormemente la efectividad y el alcance de las medidas concretas que las diferentes administraciones han implementado en estos momentos». Porque «la consecuencia ha sido la prolongación de la crisis en el tiempo y, por tanto, un incremento formidable de sus efectos sociales», lo que lleva a «un gran aumento de la pobreza, de la pobreza extrema, de la privación y de la desigualdad económica».

Igual que pasa con la tasa de paro vasca (15,86%), Hego Euskal Herria se encuentra lejos del 26,7% de tasa de riesgo de pobreza y exclusión social del Estado español. No se puede pasar por alto que esta zona se encuentra entre las zonas más ricas de la UE-27, con un 33,2% por encima de la media europea en lo que respecta a Araba, Bizkaia y Gipuzkoa y del 28% por encima en Nafarroa. La riqueza media per cápita en 2011 cerró, según los datos del Gobierno de Gasteiz, con 33.478 euros por habitante, algo menos en Nafarroa, frente a la media de 24.900 euros por habitante español y los 25.100 euros por europeo de la UE-27. Este hecho muestra con toda su crudeza que la riqueza está mal repartida. Como expresa el informe de EAPN, «las consecuencias de la crisis han puesto en cuestión la función protectora de la Administración pública y, por tanto, han reducido las prestaciones básicas del Estado de Bienestar y han aumentado su correlato, que es la desigualdad en el acceso a los bienes y servicios». En este caso, los gobiernos autonómicos de Yolanda Barcina y de Patxi López son un ejemplo directo del recorte a que han sometido a las prestaciones para atender a la pobreza y a la exclusión social.

Mayor desigualdad

La OCDE destaca que durante las dos décadas anteriores a la crisis económica global, la renta real disponible de los hogares se incrementó en un 1,7% de media anual entre los países más industrializados, mientras que los ingresos de los hogares más ricos crecieron un 10% «más rápido que los ingresos de los más pobres, en consecuencia asistimos a un empeoramiento de la desigualdad». Así, el informe de EAPN destaca que «la crisis económica que estamos viviendo no ha venido sino a empeorar la situación, aumentando la pobreza y fomentando la aparición de nuevos fenómenos de exclusión social, discriminación y pérdida de derechos».

Duda de que, «antes y menos ahora», se hayan realizado los esfuerzos necesarios para erradicar la pobreza. Porque así lo confirman los datos. En el Estado español la proporción de personas en riesgo de pobreza y exclusión social se incrementó del 23,1% de 2008 hasta el 26,7% de 2011.

La actividad económica «es clave sobre la posibilidad de ser pobre», pero «no es suficiente». En este sentido, Eurostat confirma que en 2011 el 27% de las personas en el estado español se encontraban en riesgo de pobreza y exclusión social. Son en total 12,37 millones de personas y advierte de que el 2,3% de los trabajadores se encuentra en riesgo de pobreza, a pesar de tener un trabajo. En Hego Euskal Herria estaríamos hablando de que 104.000 trabajadores perciben salarios bajos que les tienen sumidos en la pobreza. En este caso, Eurostat distingue también el tiempo de trabajo. Porque, quienes lo hacen a tiempo completo, el 11,2% se encuentra en riesgo de pobreza, lo que supone casi cuatro puntos por encima de la media europea, pero aquellos trabajadores del Estado español que lo hacen a tiempo parcial el riesgo de pobreza afecta a casi uno de cada cinco (18,5%), seis puntos por encima de la media de la UE-27.

Esta realidad, según se afirma en el informe de EAPN, tiene una connotación directa sobre los desahucios de viviendas. De hecho, en Hego Euskal Herria entre 2008 y el primer semestre de este año 10.997 personas han perdido su vivienda por imposibilidad de hacer frente a las hipotecas.

Prestaciones por desempleo

Todos estos factores que han avivado que el riesgo de pobreza aumente también tienen que ver con la caída del gasto en prestaciones por desempleo, sobre todo desde 2007, con el inicio de la crisis. En este período se ha triplicado el paro en Hego Euskal Herria, pero cada vez son menos los parados que perciben prestaciones económicas.

Los últimos datos de este mes han confirmado que un 41,6% de los desempleados no recibe ningún tipo de prestación por desempleo. Este hecho provoca una mayor necesidad de la atención de las ayudas sociales. Sin embargo, los gobiernos de Iruñea y Gasteiz decidieron reducir el presupuesto a este fin, lo que «acelera la pobreza», según EAPN.