Elecciones del 21 de octubre I eh bildu
Aire fresco de Quebec impulsa el viaje a la independencia y calienta el Atano
La campaña de Euskal Herria Bildu cogió temperatura y velocidad ayer en el Atano de Donostia, lleno para impulsar la apuesta por la justicia social y la independencia. El «calentón» llegó de un sitio quizás inesperado: Quebec. Luego Mintegi e Isasi presentaron el 21-O como una etapa decisiva para cambiar este país. Y el público, activo, puso el resto.
Ramón SOLA I
Existe cierta coincidencia en que la campaña de Euskal Herria Bildu ha empezado algo fría, seguramente en parte por las buenas expectativas de voto que se le presumen y en parte también como consecuencia de un escenario político menos crispado desde la decisión de ETA de hace un año. Pero el primer gran acto, ayer en el Atano, subió su temperatura unos cuantos grados. Y de un modo algo paradójico, porque el calor llegó de tierras mucho más frías y que distan 6.000 kilómetros. Lo trajo Daniel Turp, dirigente histórico del Partido Quebecois, que acaba de ganar las elecciones de su país y anticipa con ello un nuevo referéndum de autodeterminación. Turp deseó a los representantes de EH Bildu otro éxito, de modo que el día 21 «emprendáis la vía de la libertad, para alcanzar el final de vuestro combate».
Los gritos de «Independentzia» retumbaron en el frontón donostiarra, como ocurrió más tarde con los de ``Euskal presoak etxera'', con la ovación a los candidatos de Gipuzkoa o con el ya famoso ``No pasarán'' de Sabino Cuadra en la tribuna del Congreso, proyectado en una pantalla.
Estaba claro que los más de 2.000 asistentes al Atano llegaban con ganas. Aplaudieron con fuerza a Mintegi, que en su saludo ya admitió que hay quien le pide más «caña». Hizo sonreír al público al contar que cuando se dirigía al Atano una persona le dijo «ondo ari zara, Laura, baina apalegi, indartsuago egin behar duzu!». Y que otra en cambio, le aconsejó: «Sigue así, suabe-suabe, que ya estamos hartos de gritos». La candidata saludó que ambas personas estaban luego entre el público del Atano, y que eso es lo importante.
Propuesta de acuerdo
Al contrario que otras veces, las intervenciones fueron cortas y directas. Laura Mintegi destacó que van a llevar al Parlamento autonómico la apuesta por la política que han desarrollado en los últimos tiempos con éxito y que se plasma en la propia configuración de EH Bildu con cuatro fuerzas distintas. «Diálogo y acuerdo», resumió. Y así explicitó que van a Gasteiz a impulsar un acuerdo amplio por el derecho a decidir. En el horizonte, la independencia, entendida como su solución para la crisis política y económica del país.
Para ese consenso prometió usar una política muy diferente a la realizada hasta ahora, «nueva, creativa, valiente, con coraje». Se anticipó ya a quienes seguramente responderán que no cabe acuerdo de mínimos alguno sobre esta cuestión [como hizo ayer Felipe González, ver página 8]. Al respecto, Mintegi recordó al auditorio que toda la historia de los abertzales de izquierdas está llena de mensajes para que desistan: «También nos dijeron que si se cerraba Lemoiz comeríamos berzas, nos dijeron que la independencia es una quimera, nos dijeron que los navarros no son vascos... mentiras, mentiras y mentiras. Con vosotros lo conseguiremos, conseguiremos una Euskal Herria libre en Europa».
Mintegi comenzó destacando que sus prioridades serán construir la paz definitiva y avanzar hacia la justicia social. En el primer capítulo recordó que el Gobierno español no solo no ha dado pasos por la vía de Aiete, sino que incluso «ha retrocedido». Puso como ejemplo lo ocurrido con el preso enfermo Iosu Uribetxebarria, y recordó al ministro de Interior español una cosa: «Dijo que no liberarlo sería prevaricar. Pues hay otros trece en la misma situación...» Mintegi, por cierto, despidió su intervención pidiendo a los presentes que abracen de su parte a quienes no pudieron estar en el Atano, alusión que fue recibida con fuertes aplausos.
Antes que la aspirante a lehendakari, Isasi también hizo hincapié en esos dos retos. Subrayó que el camino hacia un nuevo modelo más justo se ha iniciado con Bildu en Gipuzkoa, y lo quieren ahora exportar al resto de los herrialdes. Un nuevo modelo basado, explicó, en criterios lógicos como «que los ricos paguen más». En primera fila, por cierto, estaba el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, junto al alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre, y a los líderes de los cuatro partidos aliados.
Xabier Isasi elevó el tono para responder a dos agentes que se han mostrado muy soliviantados estos días por la pujanza de EH Bildu. Por un lado los obispos españoles, de los que recordó que no están preocupados por los parados o los desahuciados pero sí por «la sacrosanta unidad española». Les preguntó si acaso quieren resucitar a Franco y Mola y emprender una nueva Cruzada. La segunda réplica contundente y aclamada por las gradas fue para el ministro de Justicia español, Alberto Ruiz Gallardón, que el viernes pasó por Donostia y afirmó que ve indicios de ilegalidad en las nuevas medidas por el euskara de la Diputación de Gipuzkoa: «¿Hasta cuándo vamos a aguantar que se pisoteen nuestros derechos? ¡Ya basta!», le espetó.
Cambio, cambio y cambio es la consigna de EH Bildu. Isasi aseveró que a partir del día 21 «vamos a revolucionar el Parlamento de Gasteiz. Tenemos programa, tenemos gente y sobre todo tenemos un proyecto popular detrás».
Propuesta de acuerdo
No menos optimista apareció, volviendo al principio del acto, el quebequés Turp. Aseguró que el 21 de octubre Euskal Herria estará mucho más cerca del objetivo, que después alcanzará un lugar «en el concierto mundial de las naciones» y que tendrá el apoyo de Quebec para ello. Vaticinó incluso que a los estados no les quedará más remedio que reconocerlo, sin «obstáculos diplomáticos». Y concluyó que con ello este país garantizará su identidad y su cultura y será más próspero.
La presentadora del acto había reproducido dos lemas muy actuales: «Yes Scotland» y «Catalunya nou estat d'Europa''. Turp añadió otro por su cuenta: ``Gora Euskal Herria askatuta!''.