Iratxe FRESNEDA | Periodista y profesora de Comunicación Audiovisual
Artefactos
Todo parece fruto de nuestra imaginación. Las reconciliaciones y los conflictos, la paz y la guerra, las bonanzas y las crisis... todos esos dualismos ya inventados antes de que naciéramos, todo, parece irreal. Festivales de la risa encubriendo debates televisados, escritores bendecidos por el mercado institucional y políticos mediocres ensalzados por las carencias de la masa informe. Festivales del absurdo día a día en el que nos movemos sin apenas cerciorarnos del paso del tiempo. Ese que nos guiña un ojo cada noche y que a la mañana siguiente se esfuma sigiloso, de puntillas y sin hacer ruido. Tiene prisa. Nada hay excepto este momento en el que leéis esto. El mío pasó cuando lo escribí. «Días y Distancias derrotados» decía la poetisa Elisabeth Bishop. Me apropio de sus palabras y sin su permiso les doy un nuevo significado, las lleno de esa esperanza a la que aguardo impaciente tratando de creer ella. Hoy es un día cualquiera, en el que te levantas, desayunas, te vistes y sales al parque de atracciones de tu rutina. Puede que te mires en el espejo acertado o tal vez te asomes al que deforma tu figura y, lo que es peor, tu percepción de la realidad. Esa realidad que inexistente fabrican (y fabricamos) para que sigamos funcionando, para que los engranajes de esta ciencia ficción se engrasen y se perpetúen sus movimientos. Nunca me he reído tanto como cuando vi por primera vez «Tiempos modernos» y a Chaplin enredado en la maquinaria de la fábrica. Aquella vez mi risa no era amarga, era más bien ingenua. Así de aturdidas, como Chaplin, estamos algunas ante lo que está pasando. Espero despertar en algún momento de esta pesadilla. Esto no es más que otro artefacto.