El partido comenzó con 17 minutos de retraso por un apagón y con otros 20 en los que se fundieron los plomos a los blanquiazules
El balón parado y Adrián deciden
Paulao y Rubén Castro aprovecharon las dos opciones de rematar a placer desde el área pequeña que les dieron los centrales realistas en jugadas de estrategia. El portero canterano bético desbarató las oportunidades claras que tuvo el equipo blanquiazul para empatar.
REAL BETIS 2
REAL SOCIEDAD 0
Joseba ITURRIA I
La Real dio continuidad a su trayectoria habitual de ganar en casa y perder fuera en un partido que se decidió por las dos opciones que dieron los centrales de la Real de rematar a placer desde dentro del área pequeña sin que Zubikarai saliera a por el balón ni pudiera evitar los goles de Paulao y Rubén Castro.
La otra clave decisiva del encuentro estuvo en la actuación del portero canterano del Betis, Adrián, que aprovechó la sanción de Casto para lucirse en las opciones claras que tuvo un equipo blanquiazul que mereció empatar por ocasiones, pero no por su juego.
Montanier quiso satisfacer el deseo de Illarramendi y de todos aquellos que reclaman que el mutrikuarra juegue más retrasado. Se colocó a la misma altura de Markel y muchas veces por detrás por vez primera sin que el rival actuara con dos volantes como podían jugar Barcelona o Athletic. La consecuencia fue que el Betis acaparó la posesión del balón en el centro del campo porque Cañas estaba siempre libre para dar un apoyo a sus compañeros, que además aprovechaban las distancias que se abrían entre los dos pivotes y los cuatro jugadores más adelantados realistas. No puede jugar Illarra por detrás de Markel porque se rompe el equipo.
Fue significativa la bronca que echó Griezmann a Illarramendi después de ver una tarjeta amarilla por llegar tarde a una acción donde debía haber presionado un medio centro. Al final no se trata de donde juega uno más cómodo, sino de donde ayuda más a su equipo.
De cabeza a bocajarro
Fruto de ese dominio, el Betis lanzó cuatro saques de esquina en los primeros veinte minutos y Paulao los aprovechó para demostrar su poder en dos remates. En el primero superó a Iñigo Martínez para marcar sin que Zubikarai tuviera espacio, los reflejos y el acierto para impedir que el balón terminara de rebasar la línea. En el segundo, Zurutuza evitó que llegara el segundo gol en una acción parecida.
Además el Betis tuvo una clara oportunidad en una acción de Álex Martínez que Nosa remató fuera. Sin embargo, las ocasiones más claras de la primera mitad fueron realistas en dos remates de Vela y Mikel González, ante los que respondió Adrián con dos paradones.
Fueron dos opciones claras, pero además Vela tuvo otras dos, además de una inicial de Griezmann, para demostrar que sin jugar bien la Real tiene tanto potencial arriba que necesita poco para crear ocasiones.
Los últimos minutos del primer tiempo fueron esperanzadores, pero el Betis volvió a entrar mejor en el partido tras el descanso con un remate de Rubén Castro al larguero. Vela volvió a poner a prueba a Adrián en dos remates -además se invalidó otra acción del mexicano por un fuera de juego inexistente-. Y luego el portero bético se gustó en una falta de Zurutuza.
El portero bético fue la estrella del partido, aunque Zubikarai también sacó una buena mano en un disparo de Pozuelo dentro de un partido de ida y vuelta que Mel quiso cerrar con un cambio defensivo al retirar a Nosa de la media punta y colocar después ahí a Beñat.
Con esa variación el Betis recuperó el control del encuentro en los últimos minutos y sentenció en una jugada similar a la del primer gol, con el agravante de que esta no vez no fue un jugador corpulento como Paulao el rematador, sino Rubén Castro, al que Eñaut y Mikel González permitieron rematar a placer desde el área pequeña para acabar con toda emoción.