Después de enlazar cuatro derrotas consecutivas lejos de Anoeta, ser el peor visitante -junto con Osasuna- no es plato de buen gusto para nadie. Y menos aún cuando la expedición blanquiazul tuvo que regresar de Sevilla con un jugador lesionado: David Zurutuza, el mejor realista en los últimos partidos.

El centrocampista se lesionó el tobillo en el Benito Villamarín. La imagen del futbolista saliendo con muletas y con muestras de dolor encendió las alarmas, y más cuando el de Rochefort había visto por fin la luz tras una anemia que le había impedido realizar la pretemporada con normalidad. Aunque en un principio parecía una lesión grave, las pruebas complementarias (físicas y radiológicas) a las que fue sometido ayer el jugador detectaron que sufre «un esguince de grado dos en su tobillo derecho» y no una rotura de ligamento como se temía.

El club guipuzcoano no entró a valorar el tiempo que necesitará Zurutuza para recuperarse, pero todo indica que se perderá el encuentro liguero del próximo 21 de octubre en casa frente al Atlético de Madrid (21.30).

De momento, el jugador se puso ayer a las órdenes del preparador físico Karla Larburu para realizar trabajo de recuperación junto con los también lesionados Claudio Bravo, Imanol Agirretxe y Elustondo.

Acto seguido, Zuru fue protagonista en sala de prensa, donde explicó lo ocurrido en Sevilla. Reconoció sentirse «más tranquilo» al saber la lesión exacta que padece, ya que «al principio tenía malas sensaciones».

Y es que las impresiones provocadas por el fuerte dolor no fueron nada buenas al torcerse el tobillo: «En el momento que vi que no podía pisar, dije: `¡Ostras! Esto no es un esguince normal'». Ahora no se quiere poner plazos porque «cada persona y cada lesión es diferente» y el forzar «te puede hacer recaer».

«No voy a cambiar mi juego»

Ya son dos los motivos por los que Zurutuza se ha visto obligado a permanecer fuera de los terrenos de juego en este arranque liguero. Primero fue la anemia de pretemporada y ahora es el esguince de tobillo. Sin embargo, no por ello dejará de jugar como él sabe. «Es un deporte de contacto, es fútbol. Al que juega le pasan estas cosas. Es mi manera de jugar, de ir a por todos los balones a tope, y a veces pasan estas cosas. Pero estoy contento cómo juego y no voy a cambiar», recalcó.

De hecho, restó importancia al esguince. «Tampoco le estoy dando tantas vueltas como le estáis dando vosotros (por los periodistas). Tengo una lesión y espero que sea poco tiempo».

Por su parte, resumió de esta manera el partido del sábado pasado frente al Betis: «No es fácil jugar fuera. Además es un campo difícil, la gente achucha mucho y al equipo le vi bien. Si hubiéramos metido un gol, con el 1-1, hubiera cambiado el partido. Ellos tendrían que salir para adelante y ahí sí que les hubiéramos hecho daño con los jugadores que tenemos. No fue así, te meten el segundo gol en una falta y ya te matan».

«Es verdad que no tuvimos acierto y que su portero tuvo el día. Contra eso no puedes hacer nada», sentenció Zurutuza.