La crisis económica que atraviesa el balonmano español ha vivido episodios significativos este verano, como la renuncia a la categoría de varios equipos de la élite masculina y femenina, y la marcha a otras Ligas de un montón de jugadores y jugadoras -casi un centenar, de nacionalidad española o de otros países- de la Asobal o la División de Honor femenina, incluyendo un buen número de retiradas.

Y los problemas se siguen manifestando. Los tres clubes que han accedido a la Liga Asobal esta temporada -Cangas, Palma del Río y Villa Aranda- se negaron a pagar el canon de 50.000 euros establecido por la Asociación de Clubes (Asobal), aduciendo problemas económicos y que podían competir sin ser afiliados, y la situación se mantiene tras cinco jornadas de Liga.

Los partidos se juegan y la Liga sigue, pero la Asobal ha decidido ningunear a esos clubes, que no acceden a las retransmisiones por televisión, ni se incluyen en las estadísticas que permiten seguir el desarrollo de la Liga. De hecho, en la página web de la Asobal es imposible encontrar ningún dato de estos clubes, ni de dónde son, ni con qué jugadores cuenta, ni siquiera en las actas de los partidos. Y no hay perspectiva de arreglo.

El nuevo presidente de la Asobal, Eduard Coll (responsable de la sección de balonmano del Barcelona), que sucedió en el cargo hace unas semanas al guipuzcoano Javier Zuriarrain, explicaba ayer en una entrevista concedida a la Agencia Efe que había quedado para hablar con los tres clubes, aunque lo más importante que decía se resumía en la siguiente respuesta: «Creo que el sentimiento y la opinión de los clubes es que debe haber menos equipos, que se tendría que reducir la Liga en un par de equipos. Algunos opinan así, otros parecido y alguno quizá no, pero creo que sería sano y positivo en la situación que nos encontramos reducir la Liga». Más claro, agua.

En la categoría femenina no hay una asociación que agrupe a todos los clubes, pero el conflicto del balonmano femenino con la Federación Española que dirige Juan de Dios Román -que consiguió que las autoridades deportivas le prorrogaran su mandato hasta después de la disputa del Mundial 2013, que organiza España, en enero- se ha manifestado de nuevo este fin de semana. La Liga, como en toda Europa, tenía programado un paréntesis para que las selecciones de cada país pudieran atender a su preparación para al Europeo de diciembre. Se han disputado torneos, amistosos y concentraciones, pero no la selección española que dirige Jorge Dueñas, por carecer de presupuesto. Hace unos meses la Federación ya había rechazado la invitación de acudir al Mundial juvenil de Montenegro, provocando la dimisión de su seleccionadora Sagrario Santana.