El quinto día de campaña electoral aportó más pistas sobre la posición de los partidos políticos respecto a un posible proceso soberanista tras el 21-O. Especialmente por parte del PSE, cuyo candidato a lehendakari, Patxi López, escenificó en una comparecencia en Gernika su temor al derecho a decidir y sus recelos ante una eventual consulta popular.

López se parapetó tras la hipótesis de que quizás esa consulta «invente reglas a la medida», sin aclarar a qué se refiere exactamente. «Yo no tengo miedo a la opinión de la gente, respetando las reglas y procedimientos que nos hemos dado; lo que no quiero es romper la democracia y por eso nunca voy a apoyar un referéndum que invente reglas a la medida para favorecer el ventajismo partidario. Eso no es democrático».

En el mismo tono, el todavía lehendakari indicó que «pretender que una parte de la sociedad decida de la identidad de todos no es democrático», con lo que López parece querer decir que la sociedad vasca es «la parte» y la española «el todo». El sábado, en un acto en Barakaldo, el expresidente español y exsecretario general del PSOE Felipe González argumentó que sí existe el derecho de autodeterminación, pero que corresponde al pueblo español y no al vasco.

Desde que tanto en Euskal Herria como en Catalunya va tomando auge una mayoría social en favor del derecho a decidir y de la soberanía, PSOE y PP han aparcado el argumento cuantitativo para pasar a alegar que cualquier proceso de estos debe respetar «las reglas», lo que en la práctica los haría inviables. Y es justo lo que hizo ayer Patxi López en este acto de Gernika, al poner énfasis en que «la democracia no es solo el juego de mayorías, es también reglas y leyes que todos tenemos que respetar, incluso para cambiarlas si se quiere».

Junto a ello, el candidato del PSE se dirigió al PNV para que aclare si quiere la independencia o no. En declaraciones previas saludó la claridad de EH Bildu al respecto, y denunció que los jelkides no hagan lo mismo: «Es hora de decir basta a la confusión. Si alguien quiere la secesión de Euskadi, poner fronteras y quedar aislados, que lo diga. Si quieren que la gente opine, que digan cuál es su pregunta».

«Disparate, Cupo y recortes»

Por su parte, la candidata a lehendakari de EH Bildu, Laura Mintegi, sí ha marcado posición clara al plantear un acuerdo amplio sobre el derecho a decidir y poner en el horizonte la independencia como apuesta de la coalición. En consecuencia, ayer desde Irun respondió a Mariano Rajoy, que 24 horas antes había lanzado en Donostia un mensaje a los abertzales con el que pretende que desistan.

Parafraseando la expresión del propio Rajoy, Mintegi le replicó que «lo que es un disparate colosal no es la independencia, sino pagar con los 813 millones del Cupo, es decir, con nuestro dinero, los rescates a una banca usurera, las prejubilaciones millonarias de sus directivos y la deuda ilegítima que nos impone recortes».

En el Congreso y Catalunya

El debate tuvo reflejo también fuera de la campaña vasca, pero siempre con un ojo en el 21-0. Así, en el Congreso las formaciones españolas rechazaron una moción de ERC en favor de convocar referendos sobre cuestiones como la autodeterminación.

En el debate, Aitor Esteban (PNV), negó que haya problemas de ajuste constitucional para ello y recordó además que la Carta Magna se corrigió el año pasado «en semana y media» para incluir el control del déficit. En representación de Amaiur, Jon Iñarritu pidió que no se confunda «democracia con legalidad» y animó a Madrid a «copiar a estados democráticos como Canadá o el Reino Unido» que «permiten consultas sobre autodeterminación aunque no estén previstas en sus constituciones».

Las palabras de Rajoy en Donostia también tuvieron eco en Catalunya. Allí, el portavoz del Govern, Francesc Homs (CiU), consideró que hablar de la secesión como «disparate colosal» supone «una falta de respeto a la opinión de tantos miles de catalanes que se reclaman independentistas. Le pido respeto no ya a los políticos, sino a los ciudadanos».