El candidato a lehendakari por el PSE, Patxi López, aseguró ayer, en un mitin celebrado en la Casa de Juntas de Gernika, que le parecería «injusto» que «rentabilizaran la llegada de la paz a Euskadi precisamente quienes han sido los responsablies de sostener al terrorismo durante tantos años», en referencia a EH Bildu, añadiendo una frase pronunciada el pasado sábado en el Frontón Dos Hermanas de Barakaldo y que va camino de convertirse en uno de sus lemas de campaña: «Ni la Conferencia de Paz de Aiete ni el libro de Arnaldo Otegi nos han traído la paz».

«Han sido 30 años de resistencia cívica frente a una banda terrorista, la lucha de miles de demócratas y la eficacia de la Policía, así como la dignidad de las víctimas, la que ha acabado con ETA. Reniego de los que ahora quieren hacerse valedores de la paz cuando han sido apoyo permanente de la violencia» afirmó López.

El candidato a lehendakari por el PSE también se refirió a las negativas encuestas publicadas en los distintos medios en los últimos días, en las que su partido recibe un duro varapalo, llegando a perder en torno a diez escaños y quedándose como tercera fuerza de la CAV en el mejor de los casos, a mucha distancia de PNV y EH Bildu.

López tiró de optimismo y señaló que estos sondeos «no aciertan mucho». Para justificarlo, utilizó el ejemplo de Andalucia, «en donde se equivocaron y de largo. Le daban doce puntos de ventaja al PP sobre el PSOE y fíjese lo que pasó y quién está gobernando ahora», señaló. En este punto llegó a vaticinar que «mi amigo Rubalcaba me llamará el día 21 para felicitarme».

El candidato del PSE también opinó sobre la última encuesta del CIS, en la que la desafección a la clase política queda en cotas muy altas. En ese sentido, López reconoció que «hay motivos para el descontento», ya que «parece que algunos políticos no están dando las soluciones adecuadas», aunque no concretó esta reflexión ni la dirigió hacia ningún partido.

«Lamento esta desafección porque solo la política puede dar respuesta a los problemas de la ciudadanía y transformar la realidad» concluyó el todavía inquilino de Ajuria Enea.