El 42% de las familias de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa cree que su situación económica ha empeorado y un 27% directamente la considera como mala, según los datos del Informe Socioeconómico de Euskadi 2012 presentado ayer. La publicación es fruto del trabajo de 23 docentes e investigadores de la UPV/EHU y de Deusto.

El coordinador del área económica del informe, Felipe Serrano, señaló que, tras la década pasada de «senda sostenida de crecimiento económico», se produce la explosión de la crisis financiera y la posterior crisis económica en el año 2009.

El trabajo recuerda que, en este último año, la tasa de crecimiento arrojó un valor negativo de 3,9 puntos y la última vez que se había observado una tasa negativa se remonta al año 1993. Serrano indicó que la situación en la CAV es mejor que en otras comunidades debido a la distinta composición sectorial de la economía vasca, con mayor peso de la industria y menor de la construcción.

Serrano afirmó que ello ha permitido buscar salidas en los mercados exteriores lo que, a su juicio, es positivo, en la medida en que evidencia «dinamismo y flexibilidad a la hora de capear el temporal».

Sin embargo, el elemento negativo es la dependencia de lo que ocurre en la UE y, en este sentido, cree que es normal que esta zona empiece a «resentirse». Por ello, cree que no será un buen año para las exportaciones.

En este sentido, señaló que uno de los retos de futuro debe ser diversificar el tejido industrial vasco a nuevos sectores con comportamiento menos cíclico y buscar negocio en mercados emergentes.

Lento crecimiento

En cuanto al empleo, Serrano declaró que la destrucción «intensa» que se produjo en el conjunto del Estado en la Construcción ha sido menor en la CAV, que, en general, cuenta con una tasa de paro más baja, del 12%.

Además, indicó que la tasa de actividad ha mostrado un ritmo de crecimiento más lento que en el Estado, lo que explica que la tasa de paro sea más baja, aunque advirtió de que es un «riesgo considerable» a medio plazo contar con una tasa de actividad baja, sobre todo, si se mantiene el envejecimiento.