¿Por qué este paso del sindicalismo a la política?

He hecho muchos años en el sindicalismo y me ha parecido que estamos en un momento importante porque, por una parte, la crisis económica abre puertas a trabajar por otro modelo, y porque en lo político es un momento diferente en el que hay posibilidades para hacer muchas cosas. Es el momento en el que se necesitan compromisos colectivos y también individuales.

¿Y por qué en EH Bildu?

Eso está claro. EH Bildu es en estos momentos una coalición de cuatro partido que han hecho un esfuerzo por llegar a unos acuerdos que han generado ilusión en una parte importante de esta sociedad; es un acuerdo de izquierdas y abertzale; y porque creo que es la única opción que puede posibilitar un modelo distinto para este país, tanto en lo social como en lo político .

Da el paso justo cuando las encuestas muestran un mayor desprestigio de los políticos...

Y no me extraña que los políticos estén desprestigiados, porque eso va muy unido a la forma de hacer política. Hay que regenerar el mundo de la política, que está demasiado profesionalizado, en el que se oyen los discursos de siempre y se hacen las políticas que marcan los mercados. Desde EH Bildu vamos a intentar hacer otras políticas y, sobre todo, de otra forma, poniendo en el centro a las personas y su bienestar y no los mercados.

Se presenta por Araba, que según las encuestas se está convirtiendo en un territorio donde la pugna es muy fuerte y parecen haber cambiado los roles tradicionales....

Lo que reflejan las encuestas viene a ser la consolidación de algo que ya quedó patente en las anteriores elecciones municipales y forales, y que se confirmó meses después cuando por primera vez un diputado de izquierdas y abertzale fue a Madrid desde Araba. En Araba la mayoría pensamos en clave abertzale y de izquierdas, y eso se va a reflejar también en las urnas el próximo día 21. El auge del soberanismo de izquierdas no es una casualidad, es fruto del trabajo de mucha gente durante muchos años. Sin ese trabajo previo habría sido imposible llegar a un escenario como el actual, en el que tenemos al alcance de la mano la posibilidad de cambiar las políticas que han traído la crisis. Yo estoy convencida de que Araba va a ser el territorio que incline la balanza hacia un cambio social. EH Bildu conecta con la tradición de Araba en la lucha por los derechos laborales y sociales; no hay más que recordar la lucha histórica del 3 de marzo o ver la lucha de muchísimos trabajadores y trabajadoras, como los de Laminaciones Arregi, que están peleando por sus puestos de trabajo frente a esas grandes compañías que solo buscan su beneficio a costa de la destrucción de empleo. Hoy toda esa gente que aspira y sueña con un modelo económico, político y social más justo tiene la posibilidad de hacer su sueño realidad a través de EH Bildu. El voto a EH Bildu es el único que va a poder garantizar el cambio político, económico y social.

Les acusan de que no tienen experiencia de gestión y que no saben hacer las cosas.

En EH Bildu hay muchísima gente que tiene mucha experiencia en los diferentes campos y áreas de trabajo de lo que hay que hacer en este país. Lo difícil no es gestionar, lo importante es saber tomar las decisiones adecuadas de qué es lo que se quiere gestionar. Nosotros no vamos a gestionar para dar más dinero a la banca o para que tengan más privilegios los de siempre. Queremos decidir otra forma de hacer política para repartir la riqueza. Y tenemos la suficiente capacidad para, una vez decidido a dónde tenemos que ir, tomar las decisiones de gestión sin ningún problema. Pero quiero aclarar que si gestionar bien es lo que los distintos gobiernos han hecho hasta ahora, es un mal ejemplo porque nos están llevando a una situación insostenible.

También les dicen que quieren parar todos los grandes proyectos que van a dar vida al país.

Esas grandes infraestructuras como el TAV u otras generan un enorme impacto ambiental y, hoy por hoy, no responden a las necesidades reales de la sociedad. Hay que hacer los proyectos que sean necesarios y para ello hay que llegar a grandes acuerdos, después de hablar, debatir y en última instancia consultar con la ciudadanía. En momentos de crisis hay que cuidar las prioridades del gasto.

¿Por qué cree que el PNV se empeña en proyectos como el TAV que, en este momento, no tiene salida ni por uno ni por otro lado e incluso está dispuesto a adelantar el dinero?

Se han empeñado en que hay que hacerlo y no se quieren bajar del carro. Además del propio proyecto, hay empresas que también tienen sus intereses. Planteamos claramente una moratoria para un tren cuya continuidad por el Eje Atlántico hacia el norte está más que en duda y que tampoco la tiene garantizada, ni mucho menos, desde Gasteiz hacia Burgos. En este momento de crisis no podemos seguir gastando ahí y no entendemos que el PNV esté planteando, como ha hecho Barcina en Nafarroa, que adelantemos el dinero, porque luego el Estado no lo va a poner.

¿Debe haber también un cambio en el modelo energético y de medio ambiente?

Por supuesto. Es precisamente lo que demanda la sociedad, que no quiere un modelo energético que hipoteque y arruine a las futuras generaciones. En Araba además tenemos motivos para estar en alerta. Por la amenaza de Garoña, cuyo cierre cada vez es más urgente; por el proyecto de incineradora de Olazti, que afectaría a los municipios de la Llanada; por el tema del fracking. Yo misma estuve en la manifestación multitudinaria contra el fracking porque en EH Bildu tenemos muy claro que bajo ninguna condición podemos admitir la extracción de gas natural por medio de esa técnica, que no es sostenible y es tremendamente contaminante y peligrosa; por eso la han prohibido ya en otros paises. Vemos con mucha preocupación que aquí, en cambio, algunos partidos insisten en abrir la puerta a ese tipo de explotaciones. Todo no vale para obtener beneficio, y eso en EH Bildu lo tenemos claro. Nos gustaría que los demás lo tuvieran igual de claro, pero no es así. Basta con ver al PNV, que fue el que la pasada legislatura diseñó esa operación. Dice estar en contra, pero lo cierto es que en algunos ayuntamientos de Araba ha votado contra mociones antifracking y el propio Urkullu ha abierto las puertas a su utilización en según qué condiciones. Pues no, señor Urkullu, el problema de esa técnica es la propia técnica, que es en sí misma contaminante y peligrosa. Por eso no es admisible el fracking, bajo ningún concepto ni con ninguna condición.

Patxi López y el PSE se están presentando como el muro de contención de los recortes de Rajoy ¿Qué opina?

Patxi López y el Gobierno tienen esa actitud desde hace unos meses. Los recortes en la CAV vienen de lejos y vienen de la mano de Patxi López y son recortes en Educación, en Sanidad y en Servicios Sociales.

En Educación, ¿cuáles?

Llevamos casi tres años en los que poco a poco se ha ido recortando el número de profesores, para hacer sustituciones cada vez hacen falta más días de baja, se ha reducido en formación del profesorado y también en los programas de euskaldunización y perfeccionamiento. Y lo que está muy claro es que se ha reducido también en las condiciones de trabajo y en otros servicios. El Gobierno de Patxi López fue el primero, antes que el PP en Madrid, que redujo el cobro de las bajas por enfermedad, también acabó con la posibilidad de jubilarse con el contrato de relevo y con la reducciones horarias para mayores de 59 años. Y eso lo hizo López antes de llegar el PP al Gobierno de Madrid.

¿Y, en Sanidad?

Lakua ha recortado en atención primaria, en pediatría... Lo están contando las personas que trabajan en sanidad y que ven que cada día tienen mayor carga de trabajo y la imposibilidad de llegar a todo lo que deberían llegar en un sistema público de calidad. Y ahora a los inmigrantes se les están poniendo cada vez más problemas para ser atendidos en un servicio que debiera ser público y universal.

Ha hablado también de recortes en Servicios Sociales.

Ha habido un recorte clarísimo en la Renta de Garantía de Ingresos tanto en las condiciones para poder acceder a ellas -en lo que se ha pasado de un año a tres de empadronamiento- como en la cuantía, que se ha reducido en un 7%. Eso hace que haya ya unas 3.600 personas que han dejado de percibir esa ayuda. Eso supone dejar sin nada a los que menos tienen. Y eso lo ha hecho el partido de Patxi López.

Pese a todo, dada la situación económica, en algo habrá que recortar.

Lo primero que tenemos que hacer es recaudar más dinero. Y para recaudar más dinero es necesario hacer una fiscalidad mucho más progresiva en la que los que tienen más paguen mas. Debemos también atacar más el fraude fiscal. Los últimos datos de Araba mostraban que el 90% del fraude fiscal era de empresas y eso hay que atajarlo a través de una mayor inspección. Hay que plantear un fiscalidad para las grandes fortunas y un impuesto de sociedades para que aquellas empresas que tienen beneficios paguen un tipo adecuado, mayor al que existe en este momento. Es decir, el primer paso es sacar más dinero para las arcas públicas. Y después hay que ver en qué lo vamos a gastar. Hay que asegurar las condiciones de vida de la gente. No se puede recortar ni en sanidad ni en educación ni en servicios sociales. Hay que recortar en privilegios. Y también hay que parar grandes infraestructuras, enormemente costosas, cuya utilidad social es más que dudosa.

EH Bildu ha adoptado y propuesto un código ético. ¿Es ese el recorte de privilegios del que hablaba?

En parte sí. Los propios políticos tenemos que empezar por dar ejemplo. Estamos planteando que en el Parlamento se haga una revisión a la baja de los sueldos y que se acaben con las dietas no justificadas. No se puede cobrar una cantidad que no se ha gastado. Los candidatos y candidatas de EH Bildu hemos firmado un compromiso personal en ese sentido.

Ante este tipo de discurso, se ha escuchado que EH Bildu hace un «izquierdismo de EGB». ¿Son viables las recetas que plantean?

No solo son posibles y viables, sino que son necesarias. El sistema en el que hemos vivido en estos últimos años ha hecho crack por todos los lados y en poco tiempo estamos perdiendo un montón de derechos que fueron conseguidos con mucha lucha y mucho esfuerzo. Si no queremos un país en el que la pobreza siga aumentando, en el que haya unos pocos que tengan cada vez más dinero, pero la mayoría de la sociedad no tenga derecho a una sanidad de calidad, y no pueda llegar a fin de mes, no tenga vivienda y los jóvenes no puedan realizar sus propios proyectos, en el que no se tengan que marchar de Euskal Herria para poder trabajar, es necesario dar un vuelco de 180 grados. No solo es posible hacer lo que estamos diciendo, sino que en caso de que no se tomen este tipo de medidas esta sociedad va a fracasar.

¿Por qué dicen que son la única alternativa al modelo actual?

Porque quienes han estado gobernando en distintas legislaturas hasta la fecha, es decir, el PNV, el PSE y el PP, nos proponen seguir con el mismo modelo. Cada uno con sus matices, pero es el mismo proyecto con distintos matices. Pero es un modelo que ha fracasado y hay que darle un vuelco si queremos salir de esta.