Critican la cobertura institucional a la apología del fascismo español
La permisibilidad mostrada por diversas instituciones, desde la Junta Electoral de Bizkaia hasta el delegado del Gobierno español en la CAV pasando por el Consistorio y el Ejecutivo de Lakua, hacia el acto de exaltación del fascismo en pleno centro de Bilbo, motivó ayer duras críticas. Destacaron las palabras del alcalde, Iñaki Azkuna, cuyo partido evitó impulsar una declaración de rechazo de esa concentración.
Agustín GOIKOETXEA | BILBO
Lo vivido el viernes en Jardines de Albia, donde diferentes organizaciones ultras venidas de Madrid celebraron un acto de exaltación del fascismo y del empleo de la violencia contra sus oponentes, ha dado lugar a duras críticas de quienes advirtieron días antes de la naturaleza de la convocatoria y de la pasividad institucional, a las que se sumó incluso el alcalde de la capital vizcaina, Iñaki Azkuna.
Tan satisfecha volvió la expedición fascista, que ayer La Falange -una de las organizaciones promotoras- respondió a unas declaraciones del presidente del BBB del PNV, Andoni Ortuzar, anunciándole que «pensamos volver cuantas veces hagan falta, para dejar bien claro que Vascongadas han sido, son y serán siempre plazas españolas, por mucho que a los mal nacidos separatistas como usted les pese. No es la primera vez ni será la última».
La reacción más contundente fue la de Lau Haizetara Gogoan, quien exigió responsabilidades «por su inoperancia» a los cargos institucionales por permitir el acto de exaltación fascista, dando explicaciones y aclarando cuál es «su vinculación política e ideológica» con los grupos ultras «que pudiera deducirse de su actitud y actuación permisiva». Tal petición la realizó la asociación memorialista vasca después de que los jueces, según desvelaron, rechazasen su demanda para prohibir el acto en Jardines de Albia.
También mencionaron al delegado del Gobierno español, Carlos Urquijo, «quien en otras ocasiones se prodiga en soflamas `democráticas', no ha realizado ninguna gestión ni declaración para impedir la exal- tación del ideario franquista». Tampoco pasaron por alto que la consejera de Interior, Idoia Mendia, y la directora de la Oficina de Víctimas de Lakua, Maixabel Lasa, eludieron responsabilidades en el caso, a pesar de que «Falange Española es heredero político de los más de 150.000 asesinados en el conjunto del Estado» español.
Criminalizar la «autodefensa»
Asimismo, critican que toda la represión policial se volcara contra los ciudadanos que querían mostrar su rechazo a la concentración, criminalizando y penalizando la reacción antifascista de «autodefensa».
Lau Haizetara Gogoan lamentó que sus gestiones ante el Ayuntamiento de Bilbo no recibieran «ninguna atención». Esa actitud municipal fue censurada también por la edil de Bildu Aitziber Ibaibarriaga, quien recordó que el equipo de gobierno de Iñaki Azkuna se negó a convocar el miércoles una junta de portavoces para que se efectuase una declaración institucional contra la convocatoria fascista.
«Ahora no vale llevarse las manos a la cabeza y echar las culpas a unos y a otros como si la cosa no fuera conmigo», subrayó la concejala, en respuesta a unas declaraciones del alcalde.
Minutos antes y con un retraso de días respecto al emplazamiento de Bildu, Azkuna consideró «incomprensible» que no se hubiese prohibido la concentración en Jardines de Albia. «No puedo comprender cómo en un estado democrático se puede dar permiso a un partido que ha demostrado que es poco democrático como Falange y no puedo comprender cómo se les da permiso para venir a Bilbao sabiendo que se iba a armar», remarcó el alcalde.
En su pretensión de equiparar a fascistas y antifascistas, el primer edil añadió que «es para estar enfadado y para que algunas decisiones no se entiendan aunque sean legales». «El que les ha dado permiso [a la Falange] habrá cogido la ley y la ley dirá eso y será así, pero desde luego, de cara a la convivencia, no nos ayudó mucho a los bilbainos y a los que nos visitan en el día de ayer toda esa gente», apostilló.
El grupo municipal de Bildu, por boca de la edil Aitziber Ibaibarriaga, denunció las fuertes cargas de la Ertzaintza contra quienes se oponían a la concentración fascista. «Lo que vimos ayer en Bilbo es muy grave. Es una irresponsabilidad el ordenar cargas violentas contra la ciudadanía con el fin de colocar una alfombra roja a los fascistas venidos desde Madrid» manifestó, antes de añadir que «el acto no debió ser permitido desde el principio» por ser «una exaltación de la violencia contra el diferente y de la humillación del Pueblo Vasco».
«Fue el mundo al revés, la Ertzaintza golpeando a quien debería defender mientras que daba manga ancha a los extremistas», señaló la edil soberanista. Ibaibarriaga advirtió de la violencia empleada por los agentes en la represión de las últimas protestas. «A la muerte de Iñigo Cabacas, nos dijeron que dejarían de utilizar las pelotas de goma y estos días hemos visto que también eso era mentira», enfatizó.
No fueron las únicas declaraciones en ese sentido, pues desde Aralar se alertó de que se permitiera regresar a Madrid a personas a los que la Policía autonómica incautó bates y puños americanos. «Resulta llamativo que todos los detenidos sean antifascistas, y aquellos que originan tales desórdenes, los fascistas, marchen impunes pese a la multitud de armas incautadas», comentaron.
La represión también fue criticada por Gazte Komunistak, cuatro de cuyos militantes fueron arrestados el viernes, que denunció «la actitud salvaje de la Ertzaintza». «Otra vez la Ertzaintza se ha retratado en su actitud desproporcionada», dijeron. A.G.
Los 14 detenidos por mostrar su oposición al acto de Jardines de Albia fueron liberados, al igual que el ultra arrestado en uno de los autobuses. Otros 50 fascistas han sido imputados por llevar armas y desobedecer.