Si el lema «somos más del 51%» parecía escrito con retranca, quizá siguiendo el libro de estilo de su candidato, eso de «si tú no vas, ellos ganan», suena a desistimiento. A como no vamos a ganar, por lo menos intentaremos que no se nos vayan los nuestros. Porque una cosa es cargar los mensajes de campaña en una determinada dirección, y otra plagar nuestras calles con la versión actualizada del cuento de Pedro y el Lobo. Que viene, que viene.

Aunque Mikel ya se refirió a él hace dos días en esta misma sección, he elegido el eslogan del PP como ejemplo de lo que está siendo la carrera electoral de eso que llaman constitucionalismo, porque es antológico. Pero en la otra pata, la del PSE, no le andan a la zaga. Dicen que están «a lo que hay que estar», y resulta que llevan a Felipe González a Barakaldo a proclamar que derecho de autodeterminación sí, el de los españoles. Y punto pelota. Así andan quienes iban a desterrar las cuestiones identitarias y se iban a dedicar a lo que realmente interesa a la ciudadanía vasca. Menos mal.

He de decir, aunque el voto es secreto, que no entraba en mis previsiones darle el mío ni a López ni a Basagoiti. No me gustan sus políticas medioambientales. Pero ¡qué menos que intentar convencerme! Creía que de eso trataban las campañas. Hoy acaban las fiestas de Basauri, y con un poco de persuasión y un mucho de zurrakapote, todo es posible... Pero ni Patxi ni Antonio están a lo que hay que estar.

Lo que es raro, porque unos gobiernan en Madrid y los otros en Gasteiz. Podían vender los éxitos de su gestión y, sin embargo, han decidido no hacerlo. Ellos sabrán por qué. Bueno, igual los demás también. Pero les aviso; paseando al abuelo Isidoro o diciendo que la independencia es la prima de riesgo de este país, lo llevan claro.

Y todo esto, cuando tres días antes de los comicios se cumplirán tres años de la manifestación del búmeran. Seguramente los lectores y lectoras de GARA se acordarán de ella; desde luego, los candidatos de PP y PSE, seguró que sí. No querían taza y les van a caer más de veinte. Eso dicen las encuestas. La semana que viene, cuando nos acerquemos a las urnas, muchos nos acordaremos de aquellos días y del cabreo que nos recorría el cuerpo mientras nosotros recorríamos las calles de Donostia.

Por cierto, para los más despistados, cuando en el PP hablan de «ellos», los votantes de ese partido no piensan en Urkullu. Ese lobo no les da miedo.