Kukullaga afrontaba la visita del Atl. Guardés con esperanza de puntuar, aunque el gran inicio liguero del equipo gallego obligaba a ser prudente. Con esas premisas el primer tiempo discurrió equilibrado, sin grandes diferencias en el marcador, hasta los últimos cinco minutos. Dos exclusiones consecutivas (Boklashchuk en el minuto 26, y Bayón en el 27) dejaban en inferioridad a Kukullaga, y el Atl. Guardés demostró en esos instantes una de sus mejores cualidades, la experiencia para aprovechar las situaciones de ventaja, abriendo una brecha de cuatro goles antes del descanso.

Entonces no podía saberse, pero esos cinco minutos habían sido claves para desnivelar la balanza a favor de las gallegas. Kukullaga se quejaba de que algunas decisiones arbitrales le habían perjudicado, pero lo cierto es que en la segunda parte no hubo manera de acercarse en el marcador. Es más, el Atl. Guardés fue aumentando su ventaja hasta la máxima de diez goles (19-29), demostrando que su excelente inicio liguero no es fruto de la casualidad, sino de la calidad de un bloque que puede pelear por meterse en la parte alta de la tabla, y en la Copa.

En la parte positiva, Leire García reaparecía en la portería vizcaina, tras superar su lesión.