Siria prohíbe desde la medianoche del sábado a los aviones civiles turcos sobrevolar su espacio aéreo después de que Turquía obligara el miércoles a aterrizar a un avión sirio proce- dente de Moscú y con destino a Damasco. Unas horas después, Turquía decretó la prohibición contra la entrada en su espacio aéreo de los vuelos civiles con destino a Siria.

El Ministerio sirio de Asuntos Exteriores explicó ayer que había aplicado el principio de reciprocidad en respuesta al incidente del avión sirio retenido en Turquía, el que que las autoridades turcas dijeron haber encontrado munición destinada al Ministerio sirio de Defensa, y a una prohibición turca similar sobre los vuelos turcos, informó Reuters, aunque Ankara todavía no había anunciado tal prohibición aunque sí había advertido de que obligaría a aterrizar a aviones civiles sirios si sospechaba que transportan armas o equipamiento militar para el régimen de Damasco. La prohibición turca llegó poco después.

Mientras, Turquía mantiene 250 tanques en las regiones fronterizas con Siria, donde la oposición aseguró ayer que los combatientes rebeldes alcanzaron con sus disparos a un avión militar que participaba en un bombardeo cerca del campamento de Wadi Adif, en la provincia de Idleb, aunque descartó que hubiera sido derribado.

Bombas de racimo

La ONG Human Rights Watch acusó ayer al régimen de Bashar al-Assad de haber incrementado significativamente el uso de bombas de racimo contra la población civil. La organización dijo que, según vídeos colgados en internet, las fuerzas gubernamentales realizaron la pasada semana hasta 20 ataques en toda Siria con este tipo de munición de fabricación rusa, frente a los tres de los 18 meses previos.

Por otro parte, los opositores Observatorio Sirio de Derechos Humanos y Comités de Coordinación Local informaron ayer del hallazgo de decenas de cadáveres maniatados en un hospital de Moadamiya al-Sham, en la periferia de Damasco, y responsabilizaron a las fuerzas del régimen de esta matanza.