Con el final el sábado del Tour de Beijing y la disputa ayer del Tour de Vendée se puede dar por terminada una temporada ciclista que ha tenido en Bradley Wiggins a su gran triunfador al cumplir todos los objetivos que se marcó y convertirse en el primer inglés en ganar el Tour.

Wiggins siguió un programa muy parecido al que llevó al éxito en 2011 a Cadel Evans dentro de una planificación del Sky que permitió al inglés estar rodeado del mejor equipo. Ya logró la primera victoria parcial en su debut en el Algarve y después se impuso en París Niza, Romandía, Dauphiné, Tour y logró el oro olímpico en la contrarreloj.

Sky subió también al segundo cajón del podio de París con Froome, que también fue cuarto en la Vuelta, y Boasson Hagen, Cavendish, Porte, Rogers, Henao, Urán y Nordhaug han convertido al equipo inglés en el gran triunfador colectivo del año.

Con un calendario más amplio, Joaquim Rodríguez ganó la clasificación individual del World Tour y ha sido el segundo corredor más fuerte de la temporada, aunque se quedó sin ganar las dos grandes en las que participó, Giro y Vuelta, a pesar de ser el más fuerte en ambas.

Se tuvo que conformar con el segundo puesto en la prueba italiana al ser desbancado en la última crono por Hesjedal y con el tercero en la española por detrás de Contador y Valverde por culpa de su error táctico camino de Fuente De. Pero su regularidad durante todo el año le dio la victoria en el World Tour porque además ganó la Flecha Valona, el Giro de Lombardía y etapas en Tirreno, Euskal Herriko Itzulia (2), Giro (2) y Vuelta (3).

Además de Wiggins, Froome, Rodríguez, Contador y Hesjedal, en las grandes vueltas destacó el tercer puesto en el Tour de Nibali, ganador también de la Tirreno, y la recuperación del mejor Valverde en una Vuelta que no entraba en sus planes.

La primera Itzulia de Samuel

En las vueltas de una semana destaca la primera victoria de Samuel Sánchez en la Euskal Herriko Itzulia, donde además obtuvo dos triunfos parciales. La primera parte de la temporada del asturiano, con una etapa y un segundo puesto en la general en la Volta, fue muy positiva.

A partir de la Dauphiné la desgracia se cebó con él y tuvo que retirarse en el Tour con la lesión que le impidió correr en los Juegos y una tercera caída le hizo llegar muy justo al Mundial. Pese a ello terminó el año con un segundo puesto en Lombardía.

Orica ganó en su debut cuatro pruebas del World Tour con Gerrans y Albasini, pero el otro gran triunfador del año ha sido Tom Boonen. El flamenco, con el camino despejado por la ausencia de Cancellara, ha sido el dominador de la temporada de clásicas al ganar Harelbeke, Gent Wevelgem, Tour de Flandes, París Roubaix, el campeonato belga y la París Bruselas. Ha logrado trece triunfos este año, número que solo han superado corredores como André Greipel (19), Peter Sagan (16) y Mark Cavendish (15). Estos tres sprinters ganaron tres etapas en el Tour.

El mayor número de victorias en una grande lo sumó Degenkolb con sus cinco de la Vuelta para un total de doce, las mismas que su compañero en el 2013 en el Argos Shimano, Jense Van Rensburg.

Philippe Gilbert estuvo lejos del nivel que alcanzó el año anterior y se tuvo que conformar con salvar su año en el último mes con las dos victorias de etapa en la Vuelta y el campeonato del mundo en Holanda.

También fue un buen año para el Astana, que ganó dos de las tres clásicas ardenesas con Gasparotto e Iglinskiy y el oro en los Juegos con Vinokourov. Movistar se llevó con Rui Costa la Vuelta a Suiza y Tony Martin enmendó su mal inicio de año al ganar el mundial contrarreloj y el Tour de Beijing. Como en el caso de Gilbert, el alemán comprobó las dificultades que tienen todos los corredores al adaptarse a sus nuevos equipos.

Los grandes derrotados

Si el ramillete de los triunfadores del año es muy amplio, el de derrotados tiene a un nombre por encima de todos. El equipo resultante de la fusión entre RadioShack y Leopard estaba llamado a ser el más poderoso del pelotón y nunca ha respondido a las expectativas creadas. El sexto puesto final de Zubeldia, el triunfo en la prólogo y los primeros días de amarillo en el Tour han sido de lo poco que se puede rescatar en positivo.

Johan Bruyneel se ha visto implicado de lleno en la investigación de la USADA a Armstrong y al US Postal y ha tenido que abandonar el equipo sin poder encajar con los hermanos Schleck, los grandes derrotados del año a título individual. Estuvieron lejos de los mejores en las clásicas ardenesas que se marcan todos los años como objetivo en la primera parte de la temporada y, a partir de ahí, todo fueron problemas.

Frank tuvo que ir a última hora al Giro para cubrir la baja de Fuglsang y luego dio positivo en el Tour. Andy se cayó en la Dauphiné y no ha vuelto a competir hasta la última prueba de Beijing, donde era colista cuando abandonó. Antes del Tour se especuló sobre la creación de un nuevo equipo con ellos, pero al final ya han anunciado que cumplirán los dos años que les quedan en RadioShack.

No ha sido mucho mejor el año para el BMC, que realizó una gran inversión para fichar a Gilbert y Hushovd y el valón solo dio la talla en el último mes de competición y al noruego no se le ha visto en todo el año. Además Evans estuvo muy lejos de lo esperado en el Tour, en el que solo pudo ser séptimo. Van Garderen, quinto y maillot blanco, palió la decepción del equipo de John Lelangue.

Bien el Caja Rural

Al margen de los equipos de la máxima categoría, hay que destacar al Argos, cuya candidatura al World Tour se ha catapultado en el final de temporada de Degenkolb, y al Europcar, con tres victorias en el Tour con Voeckler y Rolland. También ha sido bueno el año para Caja Rural, con la etapa de la Vuelta en los Lagos para Piedra, la octava de un año con 54 puestos en el Top-10.