Empeñado en pontificar más allá de los espacios terrenales, el Vaticano persevera en su intención de expandir sus directrices misioneras dentro de una particular cruzada virtual. «Ya no es suficiente la adecuación superficial de un lenguaje -señala el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales-, sino que es preciso poder presentar el Evangelio como respuesta a una perenne exigencia humana de sentido y de fe, que emerge también de la red y se abre camino en ella». Después de demonizar en más de una ocasión el difícilmente controlable universo de internet, la Iglesia católica pretende aplicar en su nuevo ideario el término «Si no puedes con ellos, únete a ellos», lo que, en términos eclesiásticos viene a ser descrito como «este será el modo de humanizar y vitalizar un mundo digital que impone hoy una actitud más definida. Ya no se trata de usar internet como medio de evangelización, sino de evangelizar considerando que la vida del hombre moderno también se expresa en el ambiente digital».

En este enésimo intento por no quedarse al margen de la sociedad, la representación de la Iglesia católica clama desde ese encriptado submundo llamado Vaticano, las bondades de un espacio no físico en el que la fe se mide por bits o los «Me Gusta» Made in Facebook. «En particular -señala el Vaticano-, es necesario tener en cuenta el desarrollo y la gran popularidad de las redes sociales, que han permitido la acentuación de un estilo dialógico e interactivo en la comunicación y en las relaciones».

La Jornada Mundial de las Comunicaciones es la única jornada establecida por el Concilio Vaticano II (Inter Mirifica, 1963) y se celebra en muchos países el domingo anterior a la fiesta de Pentecostés, que será el 12 de mayo en 2013, y los mensajes papales destinados a esta festividad y día de reflexión se publican tradicionalmente con motivo de la festividad de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas, que se celebra el 24 de enero.