Los mercados celebraron ayer por anticipado que el Estado español vaya a solicitar, por fin, el rescate. Aunque no ha salido nada nuevo de boca de los ministros del Gobierno español, los rumores en Madrid daban por hecho que es inminente la petición de una línea de crédito al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), de modo que el BCE pueda ya comenzar la ansiada compra de bonos a fin de rebajar la prima de riesgo. Esta noticia, con ser fundamental para levantar los ánimos, no fue la única que ayudó a las compras. También se brindó por el éxito de la subasta de deuda pública, en la que se colocaron 4.860 millones en letras, y por los resultados de Goldman Sachs en Estados Unidos. La rebaja de ráting de S&P para once bancos españoles pasó de puntillas al estar anunciada. Por tanto, la proximidad del rescate hizo de trampolín por la tarde y dejó al Ibex a un paso de los 8.000 puntos. Hoy comenzará desde los 7.940,20 puntos, tras saltar un 3,41%. La alegría, aunque en un tono menor, también alcanzó a París (+2,36%), Fráncfort (+1,58%) y Londres (+1,12%). En el Ibex, los más afortunados fueron Mapfre (+10,15%), Abengoa (+8,93%), Bankinter (+7,36%), BBVA (+5,98%) y Mediaset (+5,19%). Por su parte, Santander, Repsol e Iberdrola subieron más de un 4%. En el otro lado de la balanza, IAG y Abertis cedían más de un 1%. En París, los bancos se situaron entre los mejores. Crédit Agricole ganó un 5,28%, BNP Paribas, un 4,33%, y Société Générale, un 3,86%. Por contra, Michelin (-3,57%) y Renault (-0,99%) pagaban el deterioro del negocio del automóvil en setiembre.