Empate en las encuestas en el inicio del segundo debate presidencial en EEUU
Tras haber perdido la ventaja de que disfrutaba a nivel federal antes de su derrota en el primer cara a cara, Obama era consciente de que un nuevo traspiés podría ser difícil de corregir. Su rival, Romney, necesitaba una segunda victoria para acortar su desventaja en los estados clave.
GARA | HEMPSTEAD
El presidente Barack Obama afrontaba el debate televisado en prime time ayer (madrugada en Euskal Herria) para retomar la ventaja sobre su rival republicano, Mitt Romney, tras un primer cara a cara en el que mostró su perfil más bajo.
Los portavoces de campaña del inquilino de la Casa Blanca prometieron, en vísperas del tête à tête -en la Universidad Hofstra en Long Island, a 40 kilómetros de Nueva York-, un Obama «más firme y agresivo aunque respetuoso».
Entre sus anunciadas tácticas, intentar destapar las maniobras de Romney para modificar sobre el terreno su propio programa electoral dándole un barniz centrista para lograr el aval del electorado de clase media.
El equipo de campaña republicano tenía como objetivo frenar los anunciados ataques de Obama aunque reconoció que este último tiene reconocida experiencia en el nuevo formato, en el que un grupo de 80 personas iba a tener la oportunidad de interpelar directamente a los candidatos.
Los analistas advirtieron, en vísperas del primer debate hace dos semanas, que Obama es mucho mejor orador que polemista en un cara a cara y que, por contra, Romney se ha mostrado hasta ahora solvente en este tipo de debates.
David Axelrod, asesor de campaña para la reelección de Obama, adelantó que este último «está dispuesto a retar» a Romney por haberse «alejado constantemente de sus propias propuestas» aunque advirtió de que el exgobernador de Massachussetts es un difícil rival «porque es un vendedor, esa ha sido su profesión y es muy bueno en eso».
Ed Gillespie, uno de los principales asesores de Romney, señaló que Obama «puede cambiar su estilo, sus tácticas, pero no puede cambiar su historial ni sus políticas».
Encuestas ajustadas
Tras el primer debate de Denver (Colorado), Obama ha sufrido un desinflamiento en las encuetas, cediendo cuatro puntos a nivel federal. La mayoría de los sondeos publicados en las últimas horas arrojaban un empate casi perfecto.
Aunque Obama mantiene, según la mayoría de las encuestas, una ventaja en los llamados estados clave, como Ohio, una nueva derrota tan estrepitosa como la de hace 15 días sería muy difícil de remontar.
Por contra, Romney debía convencer aún de que posee la estatura política para convertirse en el 45 presidente de la historia de EEUU. Y es que el análisis del voto anticipado por correo en los swing states (estados bisagra) apunta a una mayor movilización del electorado demócrata, signo de una mayor capacidad para activar el voto por parte de Obama.
80 votantes indecisos seleccionados por la empresa Gallup fueron invitados para interpelar directamente a ambos candidatos. Todo ello con la mediación de la presentadora Candy Crowley, de la CNN
Horas antes de que arrancara un debate marcado por la política internacional -sin olvidar las omnipresentes cuestiones domésticas-, la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, asumía toda la responsabilidad de la gestión y las consecuencias del ataque al consulado estadounidense en la ciudad libia de Bengasi y que se saldó con la muerte, entre otros, del embajador.
Al asumir la dirección de la seguridad de todas las sedes diplomáticas estadounidenses en el mundo, Clinton trata de aliviar la presión sobre Obama y sobre el vicepresidente Joe Biden, quien en su cara a cara la semana pasada con el republicano Paul Ryan fue pillado en un renuncio al asegurar que el Gobierno de EEUU no estaba al tanto de las demandas de refuerzo de la seguridad en Libia cuando precisamente el Departamento de Estado reconocía lo contrario.
Mientras la campaña de Romney trata de aprovechar el affaire como un filón para limar su desventaja respecto a Obama en materia internacional, el Congreso ha dado luz verde a destinar 8 millones de dólares para adiestrar en Libia una fuerza de élite nativa que luche contra los grupos armados islamistas. GARA
La Universidad privada Hofstra, con 121.000 alumnos, fue sede en 2008 del último debate entre Obama y su entonces rival republicano, John McCain. Este lo hizo bien pero Obama ganó finalmente el debate