Después de tres meses de cabotaje por puertos de Europa -en agosto en Donostia/Bermeo-, el barco Estelle proseguía su navegación por aguas internacionales del Mediterráneo en su anhelo por romper el bloqueo a Gaza, la mayor cárcel al aire libre del mundo.

La III Flotilla de la Libertad, cuyos antecedentes se remontan a los barcos Mavi Marmara -nueve muertos y decenas de heridos como consecuencia del brutal abordaje del Ejército israelí- y el Gernika -retenido el año pasado en Grecia-, mantiene alta la bandera de la libertad de Palestina para reclamar un mundo con derechos humanos.

La feminista y internacionalista navarra Begoña Zabala junto a otros activistas del Estado Español, Suecia, Israel, Finlandia, Noruega, Italia, Grecia, EEUU y Canadá, se encontraba ayer a menos de tres días de alcanzar el punto crítico donde las anteriores flotillas fueron asaltadas por Israel.

Amenaza de Israel

El Gobierno israelí ha advertido al Ministerio de Exteriores de Finlandia (bajo cuya bandera navega el Estelle) que «actuará contra el velero si sigue navegando hacia Gaza».

Risto Piipponen, portavoz del Ministerio, le recordó que «en ese barco sólo viajan civiles y que Israel debe actuar con moderación».

Por contra, el Gobierno israelí insiste en que «en caso de tener que utilizar la fuerza las vidas de los pasajeros y pasajeras pueden correr peligro».

Israel vuelve a amenazar con una acción violenta en aguas internacionales contra una iniciativa pacífica protegida por la legalidad internacional y cuyo objetivo es denunciar el ilegal e inhumano bloqueo a las aguas territoriales palestinas reconocidas en los Acuerdos de Oslo.

Gazaruntz/ Rumbo a Gaza ha hecho un llamamiento a estar alerta ante el peligro de un inminente ataque al velero Estelle y hace un llamamiento a salir a la calle en caso de abordaje.