La jueza da por finalizada la instrucción sobre el «caso Jon Anza» sin hallar «nada nuevo»
La instrucción de la desaparición y muerte de Jon Anza finalizó el 12 de octubre concluyendo que su muerte fue causada por su enfermedad y sin aclarar lo que le sucedió desde su desaparición hasta el ingreso en el hospital. La familia cree que «no se ha investigado como se debía».
Arantxa MANTEROLA | BAIONA
La jueza Myriam Viargues ha finalizado la instrucción sobre la muerte de Jon Anza concluyendo que esta se debió a la enfermedad que padecía y que se desconoce lo que pudo sucederle durente los días anteriores a su ingreso en el hospital.
Estas conclusiones no satisfacen a la familia, cuya abogada Maritxu Paulus-Basurko ya ha adelantado que presentarán un escrito de alegaciones al considerar que «no se han realizado todas las pesquisas pertinentes». «No hay nada nuevo. Estamos prácticamente como al principio de la instrucción ya que no sabemos qué le sucedió», manifestó ayer incidiendo en que «todas las interrogantes siguen sin respuesta».
Ahora, tanto fiscalía como parte civil cuentan con tres meses para realizar sus últimas alegaciones. La letrada de la familia Anza anunció que van a presentar una demanda argumentada para que se realicen diferentes diligencias. «Ya hemos efectuado dos y otra tercera está en camino», añadió sin esconder su escepticismo sobre la probabilidad de que sus peticiones sean atendidas.
En cambio sí cree que la demanda que realice la fiscalía se ciña a pedir el cierre del caso.
Falta de iniciativa
Paulus-Basurko considera que la instrucción del caso «no ha sido llevada como se debía». «Desde el primer momento no se ha puesto el empeño necesario y siempre se nos ha respondido con negativas o cerrando puertas para no ahondar más. No ha habido una verdadera instrucción. Lo que se ha hecho ha sido siempre por iniciativa nuestra», puntualizó.
En ese sentido, recordó que «por ejemplo, se hicieron esfuerzos monumentales para indagar el tránsito en diferentes aeropuertos mientras que en otros aspectos no se ha hecho nada».
También denunció que la jueza haya circunscrito su investigación al periodo en que el militante de ETA permaneció en el hospital y a su muerte «mientras ha dejado de lado lo ocurrido los días anteriores a su fallecimiento así como el cúmulo de irregularidades, omisiones y anomalías que ha habido en torno al caso».
El pasado 30 de mayo, cuando la jueza Viargues recibió a la familia de Anza, reconoció que había habido «cosas anormales» pero insistió en que no le correspondía a ella investigarlas, «y ello cuando cuenta con competencia para hacerlo», precisó la letrada que se pregunta si el caso hubiera sido tratado igual «si Jon no fuera lo que era».
La parte civil y la fiscalía tienen tres meses para presentar sus alegaciones tras la finalización de la instrucción. La familia de Anza presentará varias peticiones para que se efectúen diligencias concretas.
La abogada de la familia estima que la juez Viargues «no ha puesto el empeño necesario» en la investigación y que prácticamente todas las diligencias que ha realizado han sido a demanda e iniciativa de la familia.