La tensión entre el Gobierno navarro y Madrid está a un nivel crítico, después de las declaraciones que realizó el portavoz del PP en asuntos económicos, Vicente Martínez Pujalte, a un periódico navarro. Pujalte aseguró que las obras del TAV se aplazarán y cuestionó la capacidad de UPN para mantener el Gobierno navarro. UPN reaccionó ayer con firmeza y la propia Yolanda Barcina desmintió a Pujalte. Horas después, la delegación del Gobierno en Navarra ratificó el compromiso de Madrid «con el desarrollo de las obras y los plazos del TAV en Navarra». El problema radica en que hace dos semanas, el día 3, UPN anunció su intención de acelerar los plazos de las obras.

Esta cadena de afirmaciones y desmentidos ha dejado en el aire el futuro de las obras del TAV. Las declaraciones emitidas por la delegación del Gobierno no resultan del todo convincentes. La delegación sostiene que quedan «garantizados» los plazos acordados y que se mantendrá «la partida incluida en los presupuestos de 2013 para el desarrollo de las obras». Sin embargo, «mantener la partida» no significa necesariamente que esa partida tenga la misma provisión de fondos. Supuestamente, la fuente de esta información es la propia ministra, Ana Pastor, quien se habría reafirmado en que el TAV navarro «no es solo algo defendido por el Ejecutivo foral sino que constituye una prioridad y una apuesta segura del Gobierno de España».

Pastor es ministra, pero Pujalte es un peso pesado dentro del PP. Sus declaraciones a «Diario de Navarra» incluyen detalles. Por ejemplo, asegura que «hay que negociarlo en los próximos meses con el Gobierno regional para ajustar el calendario a las posibilidades financieras».

Asimismo, el portavoz habló de que otros AVE fueron acometidos sin hacer los estudios de viabilidad pertinentes. Cabe remarcar, como precedente, que la UE obligó a Portugal a anular el proyecto para unir Madrid con Lisboa a través de la Alta Velocidad y, por tanto, no sería de extrañar que Bruselas esté revisando los proyectos de líneas de TAV que tiene el Estado español abiertos actualmente.

Barcina reconoció que Pujalte sabe de lo que habla, asumiendo que ella no tiene «información como la que Pujalte tiene del Gobierno de España». Además, añadió una sombra más al futuro del proyecto al comentar que la ministra de Fomento quería reunirse con ella para revisar los detalles del Convenio.

Se da la circunstancia, además, de que el Gobierno navarro afirmó hace unas semanas que su intención era aumentar el ritmo de las obras del TAV para forzar así al Gobierno español a invertir más dinero en Nafarroa, puesto que el nivel de inversión del Estado en Nafarroa ha bajado un 68% de un año para otro. Ahora, el plan de UPN (parecido a lo que está planteando el PNV para la CAV) se ha ido al traste.

PP y UPN toman distancias

Pujalte también recalcó la debilidad del Gobierno navarro. «Si tú negocias con un Gobierno autonómico una medida y luego ese Gobierno no tiene fuerza para llevarla a cabo y es el Parlamento el que adopta las medidas, el Gobierno se puede preguntar con quién tiene que negociar», afirmó. El motivo de su enfado es la decisión de la Cámara de anular el copago farmacéutico. A Barcina no le quedó otra opción que reaccionar, señalando que «no tiene ni idea de la realidad navarra».