El sindicato LAB asegura que la marcha de la directora del Complejo Hospitalario de Navarra, Ruth Vera, se debe a su disconformidad con la forma en la que se están gestionando los fondos sanitarios. En un escrito, el portavoz de la sección sanitaria del sindicato, David Mendaza, sostiene que la gestión de la consejera «está suscitando contradicciones muy fuertes en diversos cargos directivos y gran números de cuadros de jefaturas».

Vera anunció hace unos días que dejaba su puesto, sin argumentar los motivos. Ni siquiera empleó la coletilla habitual de «por motivos familiares». De esta forma, Vera regresa al área donde hasta ahora había desarrollado su trabajo, la oncología. Las sospechas de que se trataba de un problema interno fueron fuertes desde el primer momento, dado que no llevaba ni un año en el cargo.

Según explica LAB, este verano se han puesto en práctica una reestructuración en Osasunbidea que ha sentado muy mal al colectivo de sanitarios. En gestión-administración se ha engordado la plantilla en un 8%, mientras que el conjunto de trabajadores se ha reducido en un 10% en comparación con los datos de 2011.

«Esta hipertrofia de jefaturas», en palabras de LAB, se ha realizado incorporando a personas ajenas al sector al equipo de profesionales de la salud. La mayoría de estos nuevos trabajadores de Osasunbidea provienen del ámbito privado, y LAB los califica como «paracaidistas».

La propia consejera de Salud, Marta Vera, es una ajena al ámbito sanitario, ya que proviene de la dirección de la Cámara de Comercio y su número dos, Ángel Sanz Barea (primo del expresidente) también es ajeno al funcionamiento de la sanidad navarra.

En su comunicado, LAB no descarta que a la dimisión de Ruth Vera se suceda la marcha de otros directivos del Complejo Hospitalario.