El candidato a lehendakari del PNV, Iñigo Urkullu, reiteró ayer la apuesta por un régimen bileteral con el Gobierno español, un sistema «de garantías reciprocas» que quiere pactar con las diferentes formaciones políticas vascas. De este modo, el líder jeltzale marcó distancias con el presidente de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, que remarcar que celebrará un referéndum en la siguiente legislatura «sí o sí».

En una entrevista emitida por la Cadena SER, Urkullu restó importancia a la celebración de una consulta popular, y destacó que para el PNV la «urgencia» pasa por reactivar el crecimiento económico e impulsar la generación de empleo. «Esta es la preocupación mayoritaria de los ciudadanos y de las ciudadanas, y es a los que nos queremos dedicar en el PNV», señaló.

Sin embargo, el presidente del EBB, que recordó que su partido defiende la consecución de un nuevo estatus político para el año 2015, matizó que «no hablar de independencia no es que nosotros renunciemos a la independencia. En absoluto, pero somos pragmáticos y somos conscientes de que suelo pisamos, y somos conscientes de cuál es la realidad que afecta a la configuración jurídico administrativa de lo que para nosotros es el pueblo vasco».

En cuanto a la situación económica, Urkullu aprovechó una visita a la empresa Mecanizados Mufer para señalar que la situación es «muy, muy difícil». «Los últimos meses están siendo especialmente malos para la economía. Con datos dramáticos para el empleo. Y las previsiones económicas señalan que Euskadi tendrá una caída del 1,3% del PIB este año», subrayó.

Para hacer frente a esta situación de recesión económica, el candidato jeltzale presentó un paquete de iniciativas destinado a «recuperar la política industrial; facilitar la financiación de las empresas; fomentar la internacionalización de las empresas vascas, comenzando por las PYMES; y desarrollar un plan conjunto de inversiones en Euskadi para relanzar la actividad económica».