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Un año para que Euskaltel vuelva ser lo que nos une

Joseba ITURRIA

Euskal Herria es una nación con una identidad bien diferenciada que en el ámbito del deporte se traduce en su deseo de estar representada con equipos formados por vascos o, en las pocas excepciones, canteranos. Así el Athletic es firme en esa política, la Real desea tener el máximo de jugadores de casa, y en Osasuna se pide más cantera y más navarros. Pero ninguno representa al conjunto de Euskal Herria como lo hacía hasta ahora Euskaltel Euskadi, la única alternativa a la imposibilidad de competir de las selecciones vascas a nivel internacional.

Con un equipo de vascos y un líder formado en la cantera ha sido capaz de estar en la élite y en el Tour desde 2001, con resultados que siempre han estado por encima de lo exigible al menor presupuesto del World Tour, donde este año ha sido 13º de 18 pese a las caídas de Samuel y la discreta Vuelta de Igor Antón, que ha impedido sumar más en la segunda mitad.

Pero lo mejor del Euskaltel no eran sus resultados, sino la imagen que daba de esta sociedad, como un equipo diferente y combativo en el que el colectivo estaba por encima de las individualidades. La misma afición que estaba orgullosa de su equipo hoy está avergonzada porque no solo ha renunciado a la filosofía que lo ha hecho grande y ha dejado de ser el único equipo que representa a los vascos como esta sociedad desea que lo haga.

Uno sentiría vergüenza ajena si el Ag2r, el único que ha estado en la pelea por los puntos como Euskaltel, pero con buenos corredores, fichara lo que ha fichado Igor González de Galdeano. Cuando se justificaba la baja de Txurruka en la falta de resultados, uno recordaba que ha corrido carreras del primer nivel y le tocaba trabajar para sus líderes y le respondían que en el Giro no tuvo que trabajar para nadie, aunque sí lo hizo para Nieve. ¿Alguno de los nueve extranjeros será capaz de entrar entre los diez primeros en dos etapas y acabar 42º el Giro y 30º la Vuelta? Los dos mejores puestos del único fichaje que ha corrido una grande este año, Lobato, han sido el 15º y el 58º, y eso que acabó la Vuelta con peores sprinters. Schulze ni entró en el nueve ni era reserva de un NetApp al que no se vio en todo el Giro.

Que esos nueve tengan sitio en Euskaltel y no Velasco y Txurruka tras entrar en el Top 30 de la Vuelta, o Durán tras ganar 21 carreras este año, no se sostiene deportivamente, y la herida que se va a abrir en la afición vasca no se puede cerrar con sus puntos. Solo hay posibilidad de enmendar esto si Euskaltel, empresa a la que todos los aficionados al ciclismo y al deporte vasco deben estar muy agradecidos, lo corrige. No vale decir que la clave de correr solo con vascos está en la base.

En 2013 acaban sus contratos los mejores vascos que no están en Euskaltel y con un presupuesto de más de nueve millones se puede recuperarlos. Y en el caso de lograr la licencia para más de un año, bastaría con estar entre los 20 primeros del ranking de méritos para ser World Tour. PNV y EH Bildu también deberían condicionar su apoyo al equipo a que recupere la identidad que la sociedad quiere que tenga. Si todo esto se da, es posible que en 2014 Euskaltel vuelva a ser lo que nunca debía dejar de ser. Lo que nos une.

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