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Barcina lo sabía todo sobre el «caso Pejenaute» cuando eligió al consejero

El Gobierno navarro admitió ayer que sabía del «caso Pejenaute» antes de encargarle que tomara las riendas de Políticas Sociales. El Ejecutivo esgrime que como Jesús Pejenaute no fue expedientado por Caja Navarra (CAN) por el blanqueo de 180.000 euros, era apto para el cargo. Aun así, la responsabilidad de que no se le abriera expediente recae en Barcina, presidenta de la Comisión de Control de la CAN en 2007.

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Aritz INTXUSTA | IRUÑEA

En el año 2007, cuando el exconsejero Jesús Pejenaute cambió 180.000 euros a billetes pequeños (o 144.000, según otras versiones) en las oficinas centrales de la CAN, Yolanda Barcina era la máxima responsable en la entidad de que se cumpliera con la legislación en cuanto a prevención de capitales, ya que presidía la Comisión de Control. Sabedores de que ocupaba este cargo, Bildu y PSN insinuaron el domingo que Barcina tenía que conocer el caso antes de nombrarle consejero. Ayer, el Gobierno confirmaba que la presidenta era consciente del presunto delito cometido por Pejenaute cuando lo eligió para llevar la Consejería de Políticas Sociales.

El portavoz del Gobierno, Juan Luis Sánchez de Muniáin, aseguró que el Ejecutivo «hizo las averiguaciones oportunas» antes de elegir consejero a Pejenaute. «No solo no se había producido ninguna posible actuación fuera de la ley, sino que además ni tan siquiera había decretada una infracción de carácter profesional o administrativo», afirmó el portavoz.

La ausencia de este expediente es lo más extraño del caso. El Manual de Prevención del Blanqueo de Capitales según el cual se regía la CAN en ese tiempo, describe cómo funciona la «etapa de colocación» en estos casos. Describe que esta etapa «implica el fraccionamiento de las cantidades a través de operaciones en efectivo para escapar a los controles de identificación». El manual avisa también de que, durante esta etapa, es cuando más alerta se debe estar en las oficinas bancarias. «Este es el nivel donde las oficinas pueden colaborar en la prevención del blanqueo con más eficacia, siendo exigentes en el cumplimiento de las normas», sostiene. Cualquier incumplimiento de las normas se convierte en «falta grave».

En el comunicado remitido este fin de semana, la CAN precisa que comunicó al Sepblac (Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales) los tres cambios de billetes de 500 euros que ordenó Pejenaute en las oficinas centrales de la entidad. No obstante, a renglón seguido añade que, después del «caso Pejenaute», hubo que hacer cambios en los sistemas de prevención «para perfeccionar el control interno y externo de las operaciones de cambio de moneda».

Resulta extraño que estas operaciones y cambios no llegaran a los oídos de Barcina, que se sentaba en la presidencia de la Comisión de Control. De todas formas, sería inexcusable que no se hubiera enterado, puesto que cobró 30.000 euros ese año por ocupar ese sillón.

Fuentes internas vinculan el cese de Pejenaute con los cambios de billetes de 500, lo que se produjo un año después. Su marcha, en realidad, fue un ascenso, puesto que entró como ejecutivo de Viálogos, empresa vinculada a CAN. En el momento de su traslado, Pejenaute decidió convertirse en militante de UPN, pero todo apunta a que entre Pejenaute y Barcina se había forjado ya una relación de amistad, probablemente anterior al episodio de los billetes.

El ascenso de Pejenaute como afiliado a UPN es meteórico de la mano de Barcina. En un solo año es nombrado asesor personal de la presidenta, cuando se preparaba para abandonar Iruñea y dirigir la Diputación. Una de las acciones más llamativas de Pejenaute como asesor de Barcina fue la campaña que realizó la presidenta en la que se fotografió en todos los pueblos de Nafarroa, que son 272.

En definitiva, ambos son viejos conocidos y Barcina conocía bien el episodio que ha motivado la dimisión del exconsejero de Políticas Sociales.

dudas en el aire

El consejero se negó a dar la cara cuando dimitió, notificando su cese con una rueda de prensa y evitando preguntas incómodas. Sin embargo, ayer sí que participó en una reunión sobre Presupuestos, porque su dimisión no había sido formalizada del todo.

barcina acusa

La presidenta acusó a la izquierda abertzale de estar detrás de las informaciones de Kontuz sobre Pejenaute. Insinuó a una radio que la culpa de la dimisión es de la izquierda abertzale y no de los cambios de billetes.

La presidenta deberá dar explicaciones al Parlamento

Los tribunales darán la razón a Kontuz o al consejero sobre si hubo o no un delito de blanqueo de capitales. Sin embargo, todos los partidos sostienen que una persona que tenía en su poder 360 billetes de 500 euros y que intentó desprenderse de ellos usando su cargo en Caja Navarra está incapacitada éticamente para la responsabilidad que le entregó Barcina. Ni siquiera UPN al completo defiende que Pejenaute fue una buena elección, ya que hay un sector del partido que tiene un enfado considerable. Ahora, Barcina estará obligada a dar explicaciones en el Parlamento de forma urgente, gracias a que prosperó una solicitud de NaBai y Bildu. En cuanto se supo del «caso Pejenaute», todos los partidos consideraron que la dimisión debía ser inmediata. Lo más llamativo, no obstante, es que Pejenaute dice que dimite porque se ha hecho público, no por lo que hizo. Por su parte, la asociación Kontuz señaló en una nota que está dispuesta a entregar toda la información y que su intención es que se investigue qué ha ocurrido en Caja Navarra. A su juicio, «quien desprestigia al Gobierno navarro no es quien denuncia irregularidades, sino quien utiliza los privilegios del poder en su beneficio». A.I.

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